Antes que nada aviso que no sabía donde colocar este tema.
En otro hilo surgieron estas reflexiones.
Continúo a partir de lo siguiente
etica/cita-albert-camus-t7419.html#p158678Pensando en las variables que podrían ser causa de tal magnetismo se me ocurren las siguientes:
autoconfianza, fuerza de voluntad, autodominio e independencia emocional.
a) La
autoconfianza sin duda ha de estar presente. Esta puede incluir (o vincularse cercanamente con) la autovaloración (valorarse positivamente). Luego está la autoconfianza en cuanto a las propias capacidades (orientadas por ejemplo al logro de metas).
Al decir valoración positiva considero que lo mejor es el punto medio. Desvalorizarse (creerse menos valioso que los demás) me parece indeseable. Como así también creerse superior a los otros. Sentirse valorado pero igual a los demás (en valoración, esto no implica no reconocer diferencias e incluso apreciar la heterogeneidad de caracteres) me parece la mejor opción en cuanto a la autoestima.
Personalmente tengo la meta de basar cada vez más mi identidad en lo que muchas veces he llamado el yo-sujeto, el observador, el testigo. En la medida que la identificación con la personalidad (yo-objeto) disminuye y la identidad vivencial (no meramente racional) con el yo-sujeto (observador) aumenta (son inversamente proporcionales), es menos necesaria la autoestima basada en la personalidad.
Respecto del yo-sujeto no cabe valoración alguna (ni "buena" ni "mala"), pues es informe, neutro.
Algo que considero importante a tener en cuenta. Mientras el apoyo de la identidad no este basado en tal experiencia de autoconsciencia (basada en la experiencia del sí mismo u osbservador consciente, no en ideas sobre el yo) considero que es necesario tener una autoestima equilibradamente positiva de la propia personalidad (en sus etapas de desarrollo).
Finalmente cuando se afianza la identidad con el yo sujeto, supongo que la necesidad de "autoestima personal" se la puede desechar como se arroja un trapo viejo (que un día fue ropa útil) o un bastón que ya no se necesita (que en una etapa fue un apoyo necesario).
b) Respecto de la
fuerza de voluntad. Considero que el uso y desarrollo de la fuerza de la voluntad (y la consecuente realización de metas) es causa de autoconfianza. Sin embargo muchas veces me pregunto cuál es "el huevo y la gallina". Quizás la fuerza de voluntad sea el efecto o manifestación de una "confianza interior" (o de una sintonización interna con algún núcleo/fuente interior de "poder").
Es decir, no se bien cual es la causa y cual el efecto (entre autoconfianza y fuerza de volunad). Al mismo tiempo creo que se retroalimentan mutuamente.
c)
Autodominio. Ziro ha mencionado este elemento ya, el dominio propio. Considero que también es una variable que influye (en el magnetismo personal mencionado).
Voy a contar algo observado en mi trabajo. Como muchos saben soy docente de escuela primaria. En estos años he ido observando que hay maestros que dicen una sola palabra y los niños les siguen. Al mismo tiempo hay otros docentes que pueden hacer grandes esfuerzos y los niños ni les "llevan la corriente" (personalmente me encuentro en un punto medio

). Y aclaro algo ahora: los niños son muy intuitivos (ya retomaré esto).
Me pregunto entonces (me lo vengo preguntando) ¿qué es lo que hace que la palabra y presencia de un adulto tenga más influencia que la de otros? (por supuesto las variables son múltiples, como el vínculo que hay entre maestro-alumno, el respeto-afecto, el cuidado del adulto por el niño, si el tema propuesto y su modo son de interés para el niño, etc., pero procuraré aislar de todas estas variables la que estamos procurando analizar aquí, una específica entre otras).
Personalmente creo lo siguiente. Una persona que tiene autodominio sabe ponerse límites a sí misma (decir no a un vicio, decir sí a un deber). Ahora bien, ¿Qué fuerza es aquella que nos permite dominarnos, decir no a un impulso o decir sí a un deber? ¿qué fuerza, región o núcleo interno es aquel/aquella que nos permite sobreponernos incluso a la mente (cuando está díscola)? Sea cual sea y le llamemos fuerza interior, fuerza del yo, o lo que fuere, sospecho que quienes han desarrollado dicha fuerza interna para dominarse a sí mismos tienen a su vez más "autoridad natural" (magnetismo), lo que es captado
intuitivamente por otras personas (como el caso de los niños). Por lo que dichas personas responden de acuerdo a ello (incluso inconscientemente).
Y las personas que son autoindulgentes, perezosas, descuidadas, descarriadas, débiles y con dificultades para autodominarse (en las cuales tal "fuerza interna" de auto-gobierno se haya debilitada o inutilizada por desuso) quizás tengan por eso una influencia más debil (menos "autoridad/magnetismo natural") en otros.
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Pienso en personas que han tenido una influencia fuerte en otros, grandes líderes. Y veo que poseían efectivamente confianza en sí mismos, que han manifestado una gran vitalidad en sus vidas incluso enfrentando grandes dificultades (fuerza de voluntad) y que han sido disciplinados. Pero ello no implica que esté pulido el aspecto ético (o bien empático). Tenemos entonces los llamados "líderes positivos" y "líderes negativos", como por ejemplo un Gandhi o un Hitler respectivamente.
Por lo tanto una persona puede desarrollar un gran magnetismo personal, convertirse en un líder de multitudes y ser un tirano o bien un filántropo.
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d) Ziro también mencionó otro elemento que me parece muy interesante:
la independencia emocional. Tal elemento implica que el individuo encontró un apoyo propio, interno, en sí mismo (metafóricamente un centro de gravedad, un aumento de "masa", o mejor "densidad", del "núcleo de su ser").
Hay individuos que pasan toda la vida apoyándose en otras personas. Todos tenemos una interdependencia pero es distinto a "dependencia". Aquí veremos entonces que hay personalidades que funcionan en el sistema de sus vínculos como "parásitos" o "satélites" mientras que otros funcionan como "pilares" o "planetas" (incluso "soles").
Puse antes a propósito la imagen del "centro de gravedad" por esta relación de "satélites" y "planetas".
Luego, el desarrollo de "masa/densidad" tiene que ver con las causas o variables que venimos analizando. Y la consecuente "fuerza gravitatoria" (dicho metafóricamente claro) es lo mismo que lo que se viene llamando "magnetismo personal".