solipsista escribió:
No, no se trata del sueño de Dios; se trata de la imaginación de Dios. Hay que diferenciar, ya que en el sueño no hay consciencia voluntaria; en la imaginación sí. Dios no duerme; se mantiene continuamente despierto y atento imaginando (construyendo) voluntariamente al universo.
Buena aclaración, gracias.
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Según Berkeley, Dios nos construye continuamente el escenario de nuestra vida; los humanos podemos “interactuar” con dicho escenario, pero los efectos que creemos producir en el mundo, en realidad los construye Dios. Si por ejemplo, dejas caer un vaso al piso, ves que el vaso cae y se rompe; pero la percepción de ese efecto es creado (imaginado-proyectado) por Dios; todo lo que percibes es un escenario proyectado por Dios.
Ok.
Si tiro un vaso a propósito contra la pared, Dios producirá percepciones que sean congruentes con la acción realizada entonces, ¿no es así? (incluyendo la percepción de mi brazo ejecutando los movimientos correspondientes).
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En la filosofía de Berkeley no hay determinismo físico, porque no hay materia. El universo se comporta de acuerdo a leyes, pero no determinísticas, sino decididas por Dios. A Dios se le antoja proyectarnos un universo regular, pero si mañana decide hacerlo caótico, puede hacerlo; puede imaginar el universo que se le antoje.
Ok de acuerdo.
En este marco, quizás, los "milagros" de las Escrituras podrían ser entonces "violaciones" voluntarias de Dios de sus propias regularidades, ¿no es así?
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La ontología de Berkeley soluciona de un plumazo varios enigmas: la interacción material-espiritual, el determinismo físico, el origen de las leyes naturales, el origen del universo, el ajuste fino del universo, el emergentismo, etc.
Wow, cierto. Muy interesante está resultando dicha Filosofía.
Gracias por las aclaraciones amigo
