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El cientificismo

Publicado: 19 Jul 2017, 02:09
por solipsista
Hola, buen día. Recientemente encontré los vídeos de un señor llamado Mauricio-José Schwarz, y me han parecido interesantes. Comparto su vídeo sobre el cientificismo, por si alguien quiere hacer comentarios u objeciones (creo que a nuestro compañerito ManuelB le va a gustar).


Re: El cientificismo

Publicado: 19 Jul 2017, 02:20
por socrates
Muy bueno el video. Un personaje el aspecto del hombre pero muy cabal y acertado en su discurso. ;)

Re: El cientificismo

Publicado: 19 Jul 2017, 03:04
por Juan Zuluaga
Me suena a filosofía.

Re: El cientificismo

Publicado: 19 Jul 2017, 03:45
por Serge
Concretamente a epistemologia y metafísica, lo último resuena en esto del mundo físico; ¿Hay un mundo que no sea físico? ¿Qué será eso? Prefiero que me hablen de categorías.

Re: El cientificismo

Publicado: 19 Jul 2017, 09:42
por ManuelB
En el video no se dice nada distinto a lo que expuse en su día en el tema titulado "El conocimiento".

Spoiler: show
EL CONOCIMIENTO

El conocimiento es de lo que trata este foro de filosofía. La filosofía es “amor a la sabiduría”, amor al saber, amor al conocimiento. No existe una única definición de conocimiento pero creo que se puede resumir en saber lo que existe y entender cómo existe lo que existe.

En este planeta, el ser humano, el racional ser humano, es el que se ha embarcado en la aventura del intento de adquirir conocimiento de lo que existe sin saber a priori qué es lo que verdaderamente existe. Y en ese intento pudo emplear, en principio, su razón y sus cinco sentidos fisiológicos. Por lo tanto, creo que lo que se debe hacer -y de hecho es lo que se hace- es intentar interpretar lo que nuestros sentidos nos proporcionan empleando nuestra razón.

Con el paso del tiempo, la humanidad ha ido inventando medios técnicos que fueron ampliando enormemente el alcance de los sentidos humanos tanto en lo que se refiere a “lo más grande” como “a lo más pequeño”; los cuales han ido proporcionando nuevos conocimientos en esos campos. Todo ello ha supuesto la división y creación de nuevas disciplinas específicas que conforman hoy en día lo que se denominan ciencias físicas y biomédicas. Estas ciencias tienen como objetivo el de adquirir conocimiento del universo en el que vivimos así como de los seres humanos que formamos parte de él. Solo pueden investigar aquello que es físico y por tanto detectable bien por los sentidos humanos o por los medios técnicos de los que consigamos disponer. Tienen como lenguaje universal el de las matemáticas superiores para desarrollar sus hipótesis y/o teorías que corren a cargo de la física teórica, las cuales han de ser validadas experimentalmente por la física experimental mediante el empleo de los medios técnicos citados. Los resultados obtenidos -siempre provisionales- constituyen lo que se denomina conocimiento científico. Siguen existiendo enigmas tanto en lo que se refiere a “lo más grande”, a “lo más pequeño” y al funcionamiento del cerebro humano, y las ciencias físicas son las encargadas de intentar resolverlos siempre y cuando tengan una explicación física. Con respecto al universo está claro que es físico aunque sigan existiendo esos enigmas en su composición y funcionamiento. Con respecto al cerebro humano, a los pensamientos y a la consciencia, sabemos que existen porque los tenemos y la experimentamos, respectivamente; pero no sabemos cómo se realiza ese proceso mental en cada uno de nosotros, es un enigma que lo intenta desentrañar la neurociencia considerando que tiene una explicación física. Si ese proceso no fuera físico la neurociencia estaría perdiendo el tiempo pero, en cualquier caso, ninguna otra disciplina de las ciencias sociales y humanidades podría demostrar que ese proceso no es físico; sería solo una hipótesis, una teoría, una especulación sin validar y, por tanto no constituiría conocimiento alguno.

Por otra parte, existe otro tipo de conocimiento que es el proporcionado por la actividad intelectual de los seres humanos que una vez materializada físicamente se denomina generalmente cultura, la cual no tiene una única definición pero creo que se puede resumir como todo aquello que los seres humanos hacen y que queda plasmado físicamente en la forma que sea, para que el resto de seres humanos lo puedan conocer y disfrutar; es decir, todo aquello que es distinto a la naturaleza que existiría en ausencia de seres humanos pero que estos al existir la modifican con sus acciones. Esto es lo que se denomina conocimiento cultural. Ese conocimiento proveniente de los seres humanos, de sus actividades, acciones y conductas, lo tratan y estudian las ciencias sociales, las ciencias formales y las humanidades.

Existe un tercer conocimiento: el conocimiento revelado que es aquel proporcionado por una entidad que no es humana, que es sobrenatural y que ha tenido a bien revelar el conocimiento de la que ella dispone. Este conocimiento se acepta tal y como viene y se constituye en dogmas inamovibles. A lo largo de los tiempos han habido miles de revelaciones en este planeta que han dado como consecuencia la creación de más de veinte mil religiones, teniendo la mayoría de ellas sus correspondientes dioses a los que adorar.

En los dos primeros conocimientos (científico y cultural), para considerarlos como tales no valen solo razones sino que han de ser comprobados o probados (“obras son amores y no buenas razones”). Ya he expuesto el proceso que se emplea al aplicar el método científico en las ciencias físicas en las que se necesita ineludiblemente la validación experimental; como también se emplea de forma similar en las ciencias biomédicas en las que para emitir un diagnóstico se exigen pruebas y análisis de todo tipo. Asímismo, en las ciencias sociales y humanidades pasa lo mismo; por ejemplo, en los tribunales de justicia se exigen pruebas fehacientes para dictar sentencias condenatorias. Y así podríamos citar otros ejemplos de las distintas disciplinas.

Pero en el tercer conocimiento, el revelado, no se exige ninguna prueba, está blindado dogmáticamente desde los tiempos más antiguos. Los seres humanos no tenemos licencia para cambiar el conocimiento sin expresa licencia de la entidad reveladora de la que no tenemos constancia actual alguna de su existencia. Se llama fundamentalismo a toda doctrina que no otorga margen alguno, por pequeño que sea, a la interpretación de las evidencias que pasan en este planeta, que nuestros sentidos detectan y de las que no se deduce en absoluto que sean ciertas las múltiples revelaciones supuestamente habidas a lo largo de los siglos que han dado como resultado la creación de las más de veinte mil religiones que pululan por este mundo, todas ellas consideradas verdaderas para los fieles de cada una de ellas.

A la vista del panorama expuesto, he decidido, he llegado a la conclusión de que Dios no existe, me manifiesto ateo y descarto que sea conocimiento el conocimiento revelado.

Y desde mi ateísmo sigo sacando conclusiones:

Al no existir ningún Dios descarto que seamos inmortales ya que necesitaríamos a ese ser para que nos proporcionara la vida eterna.

Descarto la existencia de todo aquello que no tenga un soporte físico que considero imprescindible para existir.

Descarto que exista una finalidad o propósito divino para nuestra existencia toda vez que no existe ninguna entidad sobrenatural inteligente, voluntariosa y poderosa creadora del universo y de todo cuanto en él habita.

Como consecuencia de lo dicho en los dos anteriores párrafos considero una pérdida de tiempo el intentar estudiar lo que no es físico toda vez que, aún en el improbabilísimo caso de que existiera algo o alguien que no fuera físico, nunca lo podríamos encontrar ya que solo podemos emplear nuestros sentidos y los medios técnicos que inventemos para ampliar su alcance, alcance que única y exclusivamente se consigue para detectar lo que es físico. Y la única duda que tenemos de algo que sí que sabemos que existe y que puede no ser físico es la denominada mente, la consciencia humana. Ya he razonado que su estudio, en el caso de que no sea física, nos está vedado. Por tanto la metafísica, que intenta estudiar “lo que hay”, pierde el tiempo y no sacará nunca ningún provecho en su estudio porque lo que hay es exclusivamente físico, y de eso se encargan las ciencias físicas (tened en cuenta de que hablo desde mi condición de ateo y por tanto fisicalista). Otra cosa es que se “prostituya” el concepto de lo que significa el término metafísico y se tilde de metafísico o metafísica lo que a cada uno le dé la gana.

Si bien el conocimiento científico nos subyuga y apasiona, por sí solo no aporta provecho alguno a la humanidad toda vez que lo único que trata de conseguir es saber sobre el universo: cómo es, cómo existe lo que existe, cual es la realidad de las cosas... Es necesario que, “detrás” de ese conocimiento físico, se encuentren las ciencias sociales y humanidades que proporcionan “lo que hay que hacer” con todo ese conocimiento adquirido y utilizarlo convenientemente tanto en las aplicaciones prácticas como en las éticas para que redunden en beneficio de la humanidad en todos sus campos como pueda ser la convivencia, la elevación del nivel de vida, la mejor aplicación de la justicia, etc., etc.

Re: El cientificismo

Publicado: 21 Jul 2017, 08:09
por Mythopoeikon
Si creemos que nuestros sentidos nos pueden estar engañando, como podemos saber si lo que se puede comprobar con el método científico es lo que es la verdad?

Re: El cientificismo

Publicado: 21 Jul 2017, 11:58
por ManuelB
No lo sabemos.

Re: El cientificismo

Publicado: 21 Jul 2017, 19:08
por Mythopoeikon
ManuelB escribió:No lo sabemos.
Entonces no hay nada en que creer

Re: El cientificismo

Publicado: 21 Jul 2017, 19:11
por socrates
Mythopoeikon escribió:
ManuelB escribió:No lo sabemos.
Entonces no hay nada en que creer
Hay algo: "Cógito ergo sum". O también "yo soy/existo". ;)

Más allá de si hay un mundo real o virtual, soy testigo (consciente) de ello (y de mí como presenciador). Yo soy real.

Re: El cientificismo

Publicado: 21 Jul 2017, 19:51
por ManuelB
Una cosa son las sapiencias y otra las creencias. Todos tenemos creencias que son producto de nuestra inteligencia y de lo que nuestros sentidos nos proporcionan de nuestro exterior. No tenemos ninguna otra cosa más...