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Re: ¿Pienso luego existo?

Publicado: 14 May 2016, 17:57
por Martincito
Yo Pienso es una determinación del pensamiento; se sigue que para poder pensar hay que ser o existir, está implicada una existencia indeterminada que ha de ser determinada por la determinación Yo Pienso. El problema con Descartes no es esto, sino el final de la fórmula en donde concluye "soy una cosa que piensa" (res cogitans), Descartes no tiene derecho a concluir esto, no puede afirmar el isomorfismo de la determinación y de lo determinado.

Hay todavía algo por pensar, la forma bajo la cual el pensamiento determina su objeto, el Yo Pienso determina la existencia de lo pensado bajo la forma del tiempo, forma pasiva del Yo Pienso cuando se intenta pensar a sí mismo, pero el acto de determinación del Yo Pienso sobre la existencia indeterminada que implica no es pasivo sino activo (Kant). El Yo Pienso no tiene la menor idea de cual es su forma activa, sólo puede pensar su forma temporal, pasiva, producto de la determinación, lo pensado, el Yo Pienso pensado, pero no el Yo Pienso pensante. La forma de la determinación no es una forma determinada.

Dicho de forma simple, el Yo Pienso no es una cosa o sustancia, sino un acontecimiento del pensar que se da en una temporalidad y que no tiene su fundamento en la subjetividad, sino en la diferencia entre lo pensado y lo que queda por pensar.

Creo que la discusión que concierne al pensamiento de Descartes sería esa, la primacía de lo pensable en términos absolutos o del juego entre lo pensado y lo impensable o imposible de pensar (que es lo que da a pensar o que debe ser pensado).

Re: ¿Pienso luego existo?

Publicado: 14 May 2016, 18:44
por Holograma Mental
Es muy curioso, se percibe una doble seducción en lo que expones, la de las propias palabras y la del intrincado tejido conceptual que las mezcla y las enhebra (ensambla), dotando al conjunto de un halo de misterio y acertijo con ecos de oráculo habilidoso.

Falta por ver y ponderar la cantidad y proporción de realismo y acierto, y de hechizo que tiene.


Salud y saludos, ha sido un placer leerte.

Re: ¿Pienso luego existo?

Publicado: 14 May 2016, 19:35
por Martincito
El Yo Pienso se piensa a sí mismo, ese sería el acontecimiento a analizar.

El pensamiento como forma activa de la determinación, es decir, el estar dando a luz al acto del pensamiento, llevándolo a cabo, no es lo mismo que el pensamiento ya hecho. Sin embargo, ambos son el mismo sujeto, hay una diferencia que lo atravieza y lo parte en dos. Kant las llama facultades, la facultad activa de la espontaneidad y la facultad pasiva de la receptividad. El Yo Pienso puede pensarse a sí mismo, pero sólo accede a ese pensamiento bajo la forma pura de la intuición o receptividad que encuentra en la forma del tiempo (tal pensamiento o tal otro, aquí y ahora), sin embargo, el acto por el cual le da orden a esa receptividad y la forma como objeto del pensamiento no está dada en la receptividad, es un acto de la espontaneidad. Son dos momentos, cuando el Yo Pienso se recibe a sí mismo como pensado ya ha dejado de pensarse. Ese movimiento es una unidad, no son dos cosas separables, pertenecen a un mismo sujeto.

Ese es el problema Cartesiano a los ojos de Kant, el tiempo. Descartes no tenía interés alguno por el tiempo, porque para él lo que importa es el espacio, la geometría es su modelo del pensamiento, para Kant el pensamiento es una síntesis.

Hegel propondrá la gran síntesis de la historia universal, finalmente esa diferencia entre lo pensado y lo que queda por pensar se completará en el absoluto, cuando ya no quede nada por pensar. Pero quizá el propio acto del pensamiento no tenga otra fuente salvo lo impensable, lo que da a pensar. Y si lo que genera el pensamiento no se puede pensar, ¿cual es la operación del Yo Pienso? ¿Qué significa pensar en coordenadas no cartesianas?

Re: ¿Pienso luego existo?

Publicado: 15 May 2016, 19:36
por Soy
a

Re: ¿Pienso luego existo?

Publicado: 15 May 2016, 19:41
por Soy
Soy escribió:Diría que el Yo pensante es incognoscible, puesto que no es nada pensado sino que es por si mismo, y es el que uno mismo es, el yo auténtico, la cosa que piensa.

Este yo pensante que es uno mismo, se piensa a sí mismo y entonces aparece el yo pensado o el yo pienso. El yo pensante piensa que si piensa es que existe el yo pensante (Él mismo).

Si pienso es que existo, porque yo soy el yo pensante, la cosa que piensa, que Descartes también llamó mente, decía yo soy la mente, yo soy la cosa que piensa, o sea, el yo pensante (no confundir con la cosa pensada o con el yo pensado).

Así tenemos dos cosas:

-El yo pensante o la cosa que piensa.
- El yo pensado o la cosa pensada.

Estas dos cosas pertenecen a un mismo sujeto, como dice Martincito, el yo pensante o cosa que piensa se recibe a sí mismo como yo pensado, o sea, es como si se mirase en un espejo para que se entienda mejor.

Para que se entienda es como ponerse delante de un espejo, una cosa es uno mismo y otra cosa es la imagen que ha partido de uno mismo, rebota en el espejo y regresa a uno mismo y uno mismo la contempla y dice ese que veo soy yo. Pero hay dos cosas, el uno mismo y la imagen, y uno mismo no es la imagen o pensamiento, sino de donde parte la imagen o pensamiento, o sea la cosa que piensa y que siente.

Con Dios pasa lo mismo, podemos leer en la escolástica que Dios se piensa a sí mismo, y que su nombre es yo soy el que soy o yo soy el que es, es un pensamiento que se piensa a sí mismo, un Yo que se piensa a sí mismo. Descartes dice que Dios también es una cosa que piensa.

En fin, lo importante de todo esto es diferenciar el yo pensante o cosa que piensa, del yo pensado o cosa pensada, siendo el Yo pienso la síntesis del yo pensante y del yo pensado, o sea, cuando el yo pensante se piensa a sí mismo.

Dicho claro, para evitar problemas de comunicación y malos entendidos, hay que crear un idioma común, y no es el yo pienso el que piensa sino el yo pensante o cosa que piensa, ya que el yo pienso es la síntesis del yo pensante y el yo pensado.

Puesto que si el Yo pienso es una determinación del pensamiento (una cosa pensada), no podemos decir después que el Yo Pienso puede pensarse a sí mismo, sino que el yo pensante puede pensarse a sí mismo y darse cuenta y decir yo pienso, y si pienso Soy, o sea, yo soy el yo pensante y existo, soy.

El yo pienso sería la síntesis del yo pensante y el yo pensado.

El Yo pensante o cosa que piensa, el cual es incognoscible porque no está en el ello y solamente es accesible mediante pensarse a sí mismo, (mediante una intuición intelectual o suprasensible), es el Yo nouménico de Kant.

Este yo puede alcanzar la trascendencia.

Saludos.

Re: ¿Pienso luego existo?

Publicado: 15 May 2016, 20:11
por Mara
Codigo, ergo sum es un argumento valido.
Si pienso, entonces existo.
Pienso
Por lo tanto, existo.
Modus ponendo ponens
Tautología.

Re: ¿Pienso luego existo?

Publicado: 16 May 2016, 00:08
por Tachikomaia
¿Hay algún problema con "Me percibo luego existo"? o "Percibo luego existo"?

Re: ¿Pienso luego existo?

Publicado: 16 May 2016, 21:16
por Martincito
"Pienso luego existo", donde "Pienso" no es un acto concreto sino una forma vacía de todo acto posible de ser pensado, se puede anteponer a cualquier pensamiento, es la forma del pensamiento cualquiera.
(Pienso que) me percibe luego existo; (Pienso que) percibo luego existo.

"Yo pienso" es el sujeto de todo pensamiento. Incluso de modo impersonal "hay percepción luego hay existencia" podría decirse "(Yo pienso que) hay percepción luego hay existencia", donde Yo Pienso refiere a la persona que es consciente del sentido de la frase, que la entiende. Yo Pienso es la pura subjetividad, para Descartes la existencia se fundamenta en esa subjetividad como certeza primera y absoluta. No es que nada más exista fuera de esa subjetividad, sino que no tiene sentido afirmarlo con certeza, no es posible saberlo, sólo se confía sin razón.

Re: ¿Pienso luego existo?

Publicado: 17 May 2016, 21:19
por Soy
Bueno, según Descartes puedo dudar de todo, pero no puedo dudar de que dudo porque eso igualmente sería dudar, o sea, no puedo dudar de la duda, y si dudo pienso, y si pienso soy.

Puedo dudar de que percibo, pero no puedo dudar que dudo, así que la cosa quedaría dudo ergo existo.

De aquí deduce Descartes que él es una cosa que piensa, que duda y que siente, y que existe, que él es la mente, él considera que es la mente, una cosa que piensa y siente, y existe, pero que puede dudar de la existencia de todo lo demás excepto de él mismo, de la propia existencia.


Esta es la certeza primera de Descartes, puedo dudar de la existencia de todo pero no puedo dudar de mi propia existencia. Y es de la certeza que Descartes propone partir para que la filosofía se convierta en ciencia verdadera, No del yo pienso no, sino del Yo Soy-existo.

Soy.existo es la certeza verdadera de la cual propone partir Descartes. Porque esa es la conclusión, la conclusión no es que pienso, la conclusión es que Soy existo, y el pienso es solamente un paso dado para llegar a la conclusión que Soy-existo. (pienso ergo existo)

Así pues la certeza verdadera de Descartes no es pienso o dudo no, sino la conclusión= Soy-existo.

De la certeza verdadera de Ser-existir, hay que partir para que la filosofía se convierta en ciencia verdadera.

Descartes hizo tres sustancias:

-la res extensa o mundo o ello, donde también se incluye el cuerpo y el cerebro y puedo dudar de que exista.

- la res cogitans o yo-alma-mente-cosa que piensa, que es él mismo y tiene la certeza de que existe.

-La res infinita o Dios.

Estas tres sustancias pertenecen a los tres noúmenos de Kant:

-Mundo

-Alma-yo noúmenico

-Dios.

De esta manera la cosa que piensa de Descartes es el alma o yo nouménico de Kant.

Luego Spinoza unificó estas tres sustancias en una sola que llamó sustancia divina infinita:

Spinoza reduce estas tres sustancias a una sola: sustancia divina infinita, que según la perspectiva que se adopte, se identifica bien con Dios o bien con la Naturaleza (ambos términos llegan a ser equivalentes para él, según su célebre expresión Deus sive Natura).

Así la res cogitans, la res extensa y la res infinita de Descartes (el alma, el mundo y Dios) Spinoza los reduce a lo mismo y lo único que cambia es la perspectiva que se adopte para tratarlo.

Los pensamientos singulares producidos por los hombres y mujeres a lo largo de toda la historia, desde los grandes nombres de la ciencia y de la literatura hasta la gente más sencilla, son modos que expresan la naturaleza de Dios, de ese único Ser. Luego Dios o el único Ser se manifiesta en todas las producciones espirituales humanas.

Por lo tanto la res cogitans es Dios, y es el mundo, el alma es Dios según Spinoza ya que unifica las tres sustancias en una sola, es la misma sustancia y solamente depende de como se trate, así pues el Ser de la filosofía es uno mismo, y el Dios de las religiones también, puesto que del único Ser del cual podemos tener certeza absoluta que existe es de uno mismo según Descrates.



Según Hegel el Ser no es algo sino alguien:

Nos dice Hegel:

“El espíritu total, el espíritu de la religión es, a su vez, el movimiento que consiste en llegar, partiendo de su inmediatez, al saber de lo que él es en sí o de un modo inmediato y en conseguir que la figura en la que el espíritu se manifiesta para su conciencia sea completamente igual a su esencia y se intuya tal y como es.”[HEGEL, G.W.F., Fenomenología del espíritu, FCE, México, 2003, p. 398.]

La cuestión del Ser sólo puede resolverse desde una óptica espiritual. “La sustancia debe ser elevada a sujeto o espíritu”. Este es un proceso de ascesis filosófica cuyo principio de desarrollo es el saber. Pero no se trata de un saber como representación de objetos fuera del pensamiento, sino un saber de sí mismo, un progreso en la autoconciencia que le permite al espíritu finito del hombre autorreconocerse como la verdadera realidad, universal, absoluta, infinita, donde no cabe la distinción entre sujeto y objeto porque el espíritu finito llega a hacerse él mismo infinito, la identidad entre quien conoce y lo que es conocido.

En definitiva. la cosa que piensa-alma-mente-yo, se da cuenta de ser Dios, la verdadera realidad, universal, absoluta, infinita, se da cuenta de ser no solamente la res cogitans sino también la res extensa y la res infinita.

Y ahí es cuando el Yo pronuncia su verdadero nombre absoluto, universal, infinito y verdadero: Yo soy el que soy, o yo soy el que es.

Puesto que se da cuenta de ser toda la realidad, o sea, Dios mismo. Se da cuenta de Ser El Ser de la filosofía, el Dios de las religiones, y se ve representado a sí mismo en la religión.

Eso es la iluminación, el religare,la unión con Dios, la unión con el Uno, la unión con el entendimiento agente, la piedra filosofal, el saber absoluto, el absoluto conocimiento de sí mismo, etc.... se ha llamado de varias maneras a lo largo de la historia.

Saludos.

Re: ¿Pienso luego existo?

Publicado: 21 May 2016, 00:52
por Serge
Sobre esto hay dos cosas que me gustan, una me ayudó deconstruirme y dar terreno para matizar y construir mejor una idea nueva del Yo que no había pensado antes y la segunda me ayudo a confirmar dicha idea en algún sentido, la primera fue dicha por Nietzsche y no recuerdo si lo segundo fue una crítica a Descartes hecha por Husserl o Russel, en estos momentos no tengo la cita a la mano a excepción de la cita de "Más Alla del Bien y del mal" de Nietzsche:

"Sigue habiendo cándidos observadores de sí mismos que creen que existen «certezas inmediatas», por
ejemplo «yo pienso», o, y ésta fue la superstición de Schopenhauer, «yo quiero»: como si aquí, por así decirlo,
el conocer lograse captar su objeto de manera pura y desnuda, en cuanto «cosa en sí», y ni por parte
del sujeto ni por parte del objeto tuviese lugar ningún falseamiento. Pero que «certeza inmediata» y también
«conocimiento absoluto» y «cosa en sí» encierran una contradictio in adjecto [contradicción en el
adjetivo], eso yo lo repetiré cien veces: ¡deberíamos liberarnos por fin de la seducción de las palabras!
Aunque el pueblo crea que conocer es un conocer-hasta-el-final, el filósofo tiene que decirse: «cuando yo
analizo el proceso expresado en la proposición `yo pienso' obtengo una serie de aseveraciones temerarias
cuya fundamentación resulta difícil, y tal vez imposible, - por ejemplo, que yo soy quien piensa, que tiene
que existir en absoluto algo que piensa, que pensar es una actividad y el efecto causado por un ser que es
pensado como causa, que existe un ‘yo’ y, finalmente, que está establecido qué es lo que hay que designar
con la palabra pensar, - que yo sé qué es pensar. Pues si yo no hubiera tomado ya dentro de mí una decisión
sobre esto, ¿de acuerdo con qué apreciaría yo que lo que acaba de ocurrir no es tal vez `querer' o `sentir'?
En suma, ese `yo pienso' presupone que yo compare mi estado actual con otros estados que ya conozco en
mí, para de ese modo establecer lo que tal estado es: en razón de ese recurso a un `saber' diferente tal estado
no tiene para mí en todo caso una `certeza' inmediata.» - En lugar de aquella «certeza inmediata» en la que,
dado el caso, puede creer el pueblo, el filósofo encuentra así entre sus manos una serie de cuestiones de
metafísica, auténticas cuestiones de conciencia del intelecto, que dicen así: «¿De dónde saco yo el concepto
pensar? ¿Por qué creo en la causa y en el efecto? ¿Qué me da a mí derecho a hablar de un yo, e incluso de
un yo como causa, y, en fin, incluso de un yo causa de pensamientos?» El que, invocando una especie de
intuición del conocimiento, se atreve a responder enseguida a esas cuestiones metafísicas, como hace quien
dice: «yo pienso, y yo sé que al menos esto es verdadero, real, cierto» - ése encontrará preparados hoy en
un filósofo una sonrisa y dos signos de interrogación. «Señor mío», le dará tal vez a entender el filósofo,
«es inverosímil que usted no se equivoque: mas ¿por qué también la verdad a toda costa?» -"

- Más alla del bien y del mal