Hola ManuelB,ManuelB escribió:Sköll, dices:
“El problema está en que el mal científico (es decir, el que no comprende que filosofía y ciencia van de la mano) se cree que, por una vulgar falacia de autoridad, ningún filósofo no científico es quién para cuestionar su trabajo, y que solo sus compañeros de gremio entienden los resultados de su trabajo y que solo ellos tienen la autoridad para decidir si dichos resultados son o no son válidos. Dime, Mara, ¿conoces a algún investigador científico? Yo sí, y por experiencia te puedo garantizar que gran parte del tiempo la invierten en estudiar la metodología a emplear. ¿Es la ciencia quien se revisa a sí misma para llegar a la conclusión de que una metodología es válida mientras que otra no lo es? Pues claro que no, y el "científico" que no lo entiende no es ni científico ni filósofo ni es nada que no sea un adjetivo peyorativo, y hay que apartarlo lo antes posible de proyectos importantes para ponerlo a limpiar el laboratorio después de que acaben de trabajar los que sí lo son.”
El método científico es aquel que fue propuesto y aceptado por la filosofía… de la ciencia y no se ha cambiado desde que se introdujo la falsación propuesta por Popper.
Han habido escarceos dialécticos entre Popper y Kuhn (considerados por muchos los “últimos” filósofos de la Ciencia). Te adjunto el tema que abrí en su día al respecto.
Spoiler: show
Una cosa es el método que es el que es: establecer hipótesis y/o teorías que han de ser verificadas experimentalmente para ser consideradas como conocimiento que siempre será provisional y sujeto a falsación, y otra muy distinta la labor de parir esas hipótesis y teorías por parte de los físicos teóricos y sus intentos de comprobación por parte de la física experimental mediante sus medios técnicos.
Y tanto las teorías como las comprobaciones solo las pueden confrontar aquellos que tengan los elementos de juicio indispensables para ello: formación, dedicación y experiencia en dada una de las especialidades de la Ciencia. Y estoy hablando de aquellos científicos insignes, Grandes Maestros que han sido y son capaces de hacerlo y no de los que deberían dedicarse a la limpieza de los laboratorios.
No hay falacia de autoridad que valga sino autoridad demostrada con resultados Ningún filósofo no científico puede cuestionar la bondad de las teorías e hipótesis y su comprobación empírica, ni tampoco entender cómo se ha llegado a cabo su trabajo y resultados ni su validez, salvo que tengan ciencia infusa de todas las especialidades de la Ciencia y que ni siquiera les haga falta emplear los medios técnicos para la comprobación empírica con lo cual se permiten poner en solfa, cuestionar, asegurar que es falso los resultados obtenidos por la Ciencia.
Lo que sí que pueden hacer esos filósofos es proponer cambios en el método empleado; a lo mejor les hacen caso...
Antes de nada, gracias por compartir ese resumen, muy interesante y revelador.
Ahora, sin más demora, comenzaré a contestar las cuestiones que tienen que ver más directamente con el tema que tratamos ahora.
Cuando yo hablo de metodología no me refiero a redefinir el método científico cada vez que se propone a realizar una serie de experimentos, sino que me refiero a cómo debe planificar dicho trabajo para que los resultados obtenidos tengan validez alguna. Algunas de las preguntas que uno debe plantearse lo siguiente antes de llevar a cabo un experimento: ¿Qué estoy buscando? ¿Qué tamaño de muestra o número de ensayos necesito? ¿Qué variables me interesan? ¿Cómo procederé a realizar el experimento? ¿Es esta metodología la más adecuada? ¿Serán representativos los resultados?
Todas esas cuestiones (y muchísimas otras más, esas no son las únicas que uno se plantea) no corresponden a la ciencia en particular sino a la filosofía, más concrétamente a la filosofía aplicada a la ciencia (filosofía de la ciencia). Para resolver esas cuestiones (o al menos no todas ellas) uno no necesita ser un eminente científico con más de 30 años de experiencia y un curriculum vitae impoluto, y por tanto, alguien que no sea un eminente científico con más de 30 años de experiencia y un curriculum vitae impoluto puede detectar errores en la metodología que, por más que sepa el científico de su campo, invalidan parcial o totalmente cualquier conclusión que éste haya sacado. Para más inri, por lo general, los filósofos de la ciencia no son unos ignorantes empedernidos en ciencia, lo habitual es que un filósofo de las ciencias tenga alguna clase de estudios relacionados con las ciencias en general o relacionados con una de las ciencias en particular. Por tanto, un filósofo de las ciencias, en general, tiene también la formación, dedicación y experiencia para satisfacer esos deseos masoquistas que tienen algunos científicos de que solo alguien con autoridad "les de caña". Y es que muchos filósofos de la ciencia tienen especial conocimiento sobre una o más ciencias particulares como consecuencia de, desde su adolescencia, querer convertirse en científicos, porque, como digo, ser científico y no ser filósofo es un absurdo. Hablemos de Mayr, por ejemplo. Mayr era médico y ornitólogo (es decir, biólogo), y a consecuencia de serlo, entendió que la ciencia no es solo hacer disoluciones en un laboratorio sino que había que plantearse(entre otras cosas) el por qué de los conceptos científicos, y fue tan así que redefinió el concepto de especie, definición que sigue vigente hoy. Evidentemente, si no tienes conocimientos en biología, no puedes decirle a Mayr que lo que dice es verdad o que lo que dice es mentira, porque para saber si su definición de especie es correcta hay que tener, al menos, unas nociones básicas sobre la reproducción de los seres vivos. Sin embargo, no hace falta tampoco mucho más que eso y algo de soltura en lógica para poder cuestionarlo o reafirmarlo.
Sobre lo que dices de que no es falacia de autoridad sino autoridad demostrada con resultados es una justificación para poder emplear la falacia de autoridad. A Mayr le tiene que dar igual que el que cuestione su definición de especie sea un eminente científico o un niño de 5 años, porque a nivel argumental únicamente importa lo que se dice y no quién lo dice, y tendrá que escuchar igual al eminente científico que al niño de 5 años, porque la formación académica no es en ningún caso condición para tener razón, eso es una idea estúpida que se implanta en algunas universidades por puro interés y nada más. Un filósofo no científico puede saber que a nivel argumental las conclusiones que saca un eminente científico no se deducen de sus proposiciones, por ejemplo. Cuando un científico publica un trabajo no publica únicamente "hemos descubierto que los chinos son un 20% más blancos que los mongoles", sino que redacta el cómo han llegado a esa conclusión (indispensable, ya que por propia regla del método científico, un experimento debe ser repetible y por tanto uno debe especificar muy bien cómo lo ha realizado). Si lo que los científicos descubren es que en los pigmentos de la piel de los mongoles hay más "x" que en los de los chinos, y el experimento se ha realizado correctamente, lo dicho será un hecho. Ahora bien, el añadir "y esto es así porque el sol incide con 13º de diferencia y es esta exposición la que lo provoca" no se deduce de que, efectivamente, tengan más "x" los mongoles que los chinos, y es necesaria otra investigación para demostrar la relación entre "x" y la exposición al sol. Si el grupo de científicos no realizan esta última investigación, y ningún otro equipo científico la ha llevado a cabo, un filósofo no científico perfectamente puede decir que esa conclusión es gratuita y que no vale, y el equipo de científicos, por más autoridad que tengan en el campo, se tendrán que morder la lengua.
A mí no me interesa la incoherente pelea entre científicos y filósofos, como ya dije, el buen científico sabe además que es filósofo, y por tanto mira a la ciencia tanto como científico como filósofo. A mí me da igual si el que cambia el método científico (de ser necesario cambiarlo, por supuesto, no digo que lo sea) es un científico o un filósofo porque, en última instancia, ambos son igualmente filósofos. Ahora bien, que no se le haga caso a un filósofo solo porque este no es científico es prueba de lo podrida que está la comunidad científica en la actualidad.