Este texto es de José Antonio Marina, fue publicado en ABC Cultural y ha pasado a ser uno de los textos para preparar la selectividad.
El tole tole de la tolerancia.
Año internacional de la tolerancia. Es fácil aplaudir la tolerancia, más difícil practicarla y todavía más difícil explicarla En castellano, tolerar es soportar. ¿Se debe tolerar lo bueno? No. Lo bueno debe aplaudirse, estimularse. ¿Se debe tolerar lo malo? No. Lo malo hay que combatirlo. Entonces ¿qué se debe tolerar? Históricamente "tolerancia" fue un concepto acuñado para combatir la intolerancia y sus maldades. Como todos los conceptos negativos resulta borroso.
Aparentemente hay problemas que admiten muy poca tolerancia, por ejemplo, las matemáticas o los que afectan a la dignidad humana. Otros, como los planteados por la convivencia, exigen amplios márgenes.
El intolerante afirma que sólo hay una solución para cada problema, la que él posee, que esa solución no admite ninguna flexibilidad, y que está dispuesto a imponerla si puede.
Tolerante inteligente es el que conoce y justifica el margen de tolerancia de cada solución. Sabe que para resolver el problema del tráfico hay que ser intolerante con los que desprecian las señales, pero tolerante con el atuendo de los conductores.
Tolerante necio es el que piensa que todas las soluciones tienen un margen infinito de tolerancia. Acaba conduciendo por dirección prohibida y atropellando a un peatón.
Bien mirado la tolerancia es una cuestión de valores. Supone aceptar al otro, pese a que el reflejo traslúcido que nos muestre sea contradictorio, nada de dos gotas de agua. El otro siempre diverge en algo y ahí reside su fuerza pero también la nuestra. El que tolera es el que respeta a los demás, aunque haya llegado en un cayuco o sea un ejecutivo agresivo. Como dice Marinella Terzi "Para sentirse persona, no basta con ser persona, hay que sentirse persona en el rostro de quien nos mira"
En resumen, se tolera lo que no nos gusta pero no es malo
per se, o aquello que es malo pero que no se puede cambiar, es decir, aquello que se debe aceptar. Esto, que en teoría es fácil, en la práctica es mucho más complicado y es donde entran en juego todas las escalas de gris en que se tienen que mover los políticos y con las que nos timan.
Tenemos el ejemplo del velo islámico, en principio no hay problema en que cada cual vista como quiera, aunque esto no es cierto, dependiendo del país en que nos movamos hay distintas normas con respecto a la desnudez que está permitida y por tanto de la ropa que es exigida. Por otro lado se puede considerar un símbolo de una opresión a la mujer, y los símbolos, como las palabras en principio están defendidos por la libre expresión, aunque no se puede hacer apología del terrorismo y, si no me equivoco, los símbolos nazis están prohibidos en Alemania. Por otro lado tenemos que dificulta la identificación de las personas, lo que nos parece bien en el caso de Anonymous (que es un uso eventual) pero tal vez no tanto cuando se hacen trámites, por ejemplo con la administración, para los que es necesario identificarse, teniendo a tal efecto el DNI una foto, de carné, precisamente.
De todas formas, la entrada del blog me temo que va por otros derroteros. Toleramos a dictadores como Gaddafi durante décadas porque no da problemas, a Saddam Hussein y con cada cual se actúa de una manera o de otra. La cuestión es el petróleo y el precio al que lo venden, lo demás es secundario, una explicación a
posteriori que dan los políticos de su proceder. Es triste, pero me temo que es así. Dependiendo del contexto las situaciones cambian.
Así que lo que es simple en un principio se vuelve mucho más complejo si se analiza en detalle, antes de volver a verlo de manera clara, proceso normal de análisis y síntesis. De todas formas, creo que hay un avance constante, ya no hay esclavitud (con alguna excepción), la gente está concienciada, etc. Pese a ello, como en todo, siempre se puede mejorar y se debe intentar.
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