Página 1 de 5

Los valores de la derecha

Publicado: 31 Jul 2018, 02:54
por ziro
¿Es una ideología de derechas justificable moralmente?

Me refiero a la defensa de la propiedad privada, el libre comercio, las insalvables diferencias sociales y el individualismo.

¿Hasta qué punto la abolición de la propiedad, el control estatal de la economía, el intento de igualar a los individuos y el colectivismo son deseables?

Un saludo :)

Re: Los valores de la derecha

Publicado: 10 Ago 2018, 23:28
por toni
ziro escribió:¿Es una ideología de derechas justificable moralmente?
Yo creo que no. La exlotación del hombre sobre el hombre, no es justificable moralmente
ziro escribió:Me refiero a la defensa de la propiedad privada, el libre comercio, las insalvables diferencias sociales y el individualismo.
La propiedad pribada mientras no sea sobre los medios de producción, no veo problema. El libre comercio podria ser aceptable en un sistema de trueque, donde lo que prime sea el trueque y no explotar a los demas. El individualismo es algo confuso de lo que ha quderido hacer bandera la derecha para justificar la explotación del hombre por el hombre, pero tambien existe el individualismo anarquista, que esta en contra de esa explotación humana
ziro escribió:¿Hasta qué punto la abolición de la propiedad, el control estatal de la economía, el intento de igualar a los individuos y el colectivismo son deseables?
Por mi parte, deseables al 100%, todo lo que sea evolucionar hacia algo más justo me parecera bien

Re: Los valores de la derecha

Publicado: 11 Ago 2018, 19:08
por Alexandre Xavier
Saludos a Ziro, a Toni y a Salieri.
El problema inaugural de este hilo es que Ziro, con más o menos voluntariedad, incurre en la falacia del hombre de paja. Y, dentro de esta falacia, en una de sus variantes más abstrusas y difíciles de detectar: el hombre de paja que no sale del armario.
Me explicaré. Ya sabemos qué es la falacia del hombre de paja. Pero el hombre de paja normal, el muñeco de paja propiamente dicho, no es algo que el propio muñeco (o quienes lo fabrican, exhiben y almacenan) oculten o disimulen. De ahí que la falacia del hombre de paja es, normalmente, fácilmente desenmascarable.
Mas, cuando hablamos sobre la falacia del hombre de paja de derechas, la cosa se complica mucho más.
Los términos de la derecha y la izquierda empiezan a aparecer como colores políticos a raíz de la Revolución Francesa; cuando, en las asambleas parlamentarias, los diputados contrarrevolucionarios, monárquicos y de derechas llegaron a un acuerdo con los diputados revolucionarios, republicanos y de izquierdas para ponerse los contrarrevolucionarios sentados a la derecha de la cámara parlamentaria, y los revolucionarios a la izquierda. Eso no era casualidad; respondía sin duda a la realidad de que la mano derecha suele predominar físicamente sobre la mano izquierda, y en consecuencia la civilización, la cultura y la lengua (sea la lengua francesa o sea la lengua castellana) asocian la derecha con lo justo, lo tradicional, lo correcto y lo habitual, siendo la izquierda lo inusitado, lo increíble y lo que se aparta de lo tradicional, abriendo las puertas al cambio.
A partir de aquí hay una importante disimetría de uso. Los partidos, movimientos e individuos de izquierda política usaron y usan continuamente este término, izquierda, en sus nombres identificadores y en sus textos, programas políticos o alocuciones; es un término políticamente normalizado, pues. En cambio, los partidos, movimientos e individuos de la derecha política han sido y siguen siendo vergonzantes con la denominación de la derecha política. O bien evitan completamente la palabra derecha, o la suavizan, relativizan y minimizan con matices como centroderecha, derecha moderada, derecha de rostro humano, etcétera.
Casi nadie quiere ser considerado de derechas... aunque lo sea. Los derechistas, como antes los homosexuales, no salen del armario.
Casi nadie se autodefine políticamente como de derechas.
¡Yo sí! ¡Soy de la derecha revolucionaria, y a mucha honra!
Ahora bien, en todo el foro Sofos Ágora, ya con más de mil miembros, soy (que sepa) el único que admite y proclama ser de derechas, en fuerte contraste con Jbell por ejemplo, claramente de derechas y que elude reconocerlo.
Nada de esto es casualidad, por supuesto.
La caracterización inicial que Ziro hace de la derecha, aunque incurre en la falacia del hombre de paja, recoge buena parte de lo que hace la derecha real, y en concreto la peor derecha: la derecha conformista. Siendo tan siniestra esa derecha para la gran mayoría, no es extraño que esa derecha (aquí bien ejemplificada por Jbell) no admita ser de derecha, ni intente replicar a Ziro.
Intentaré no enredar en esta intervención mía.
Soy de derechas, y en general los participantes en este hilo ya lo sabéis. Así que, para empezar, más que de la derecha habría que hablar de las derechas en plural, porque, sin salir de España, el regeneracionista Joaquín Costa (siglo XIX) y el sangriento golpista Francisco Franco (siglo XX) son los dos de derechas... pero no de la misma derecha, ni de lejos. Por eso Joaquín Costa tiene mucha mejor prensa que Francisco Franco, y por eso buena parte del ideario de Joaquín Costa ha sido asumido por izquierdistas o liberales españoles.
Naturalmente, a Joaquín Costa (que tampoco se autoproclamaba como hombre de derechas, aunque lo era) no se le puede aplicar la sumaria descalificación que, de la derecha, hace Ziro.
Ahora estaréis relativamente expectantes, preguntándome: bueno, Alexandre, entonces como hombre muy derechas que eres, ¿cuáles son, según tú, los verdaderos valores de la derecha?
Pues lo digo, lo repito.
La verdadera derecha es, ante todo, orden. Orden digno de ser mantenido, no la paz de los cementerios ni el terror de las bayonetas.
Veámoslo, por contraste, con los mismos ejemplos que da Ziro.
La defensa de la propiedad privada alude, para empezar, al reconocimiento que la verdadera derecha hace de que el hombre no sólo es Historia, sino también naturaleza, diga lo que diga Ortega. Es un animal territorial, con tendencia biológica a la posesión de hembras, de territorio de caza, pesca o recolección (más tarde también agricultura, ganadería, manufactura, industria, servicios, etcétera) y con personalidad individual que no se disuelve en una especie de sique colectiva como el hormiguero o la colmena de abejas, avispas u hormigas. La propiedad privada existe ya en chimpancés, gorilas, orangutanes y bonobos, y también en el otro primate que aquí nos ocupa, el cromañón, el hombre actual.
Por eso todo colectivismo radical de tipo familiar, sexual, cultural y económico va a chocar con los hechos biológicos esenciales. La naturaleza humana no se puede legislar, no se puede cambiar con leyes jurídicas hechas y aplicadas por políticos y jueces.
Si queremos razonablemente paz y felicidad, tiene que haber propiedad privada e intimidad para los individuos. Eso no da carta blanca al acaparamiento y a la exclusión social, exclusión social tan terriblemente practicada por el capitalismo típico.
Por tanto, no necesitamos capitalismo típico, sino abundancia generalizada para todos... los individuos humanos. Y eso, claramente, implica reducir radicalmente la natalidad y la población hasta estabilizar la población mundial en niveles ecológicamente asumibles (por tanto, con una producción y un consumo que no dañen la biosfera). Entonces todos podrán ser ricos y gozar de privacidad, que es el camino verdadero a la paz y a la justicia, pero no como volátil fantasía, sino como proyecto realizable.
La derecha convencional o conformista, aparte de no reconocerse a sí misma como derecha, suele predicar que cuantos más seamos, más reiremos. Y eso es una aberración según la derecha verdadera, porque lleva al desorden que siempre es la superpoblación. La derecha, insisto, es una cultura de orden.
En cuanto al libre comercio, digan lo que digan Jbell y otros epígonos de la derecha vergonzante, lo cierto es que no existe un comercio o mercado libre en oposición a un comercio o mercado regulado. Porque todo comercio o mercado funciona de modo regulado. Para empezar, porque el comercio y el mercado implican reglas de atribución de la propiedad que se fijan políticamente y no son consecuencia del mercado mismo, del comercio mismo. De ahí, por ejemplo, la desaparición formal del comercio de esclavos en el siglo XIX, y no porque desapareciera la demanda (la cual sigue existiendo; de ahí que persiste la esclavitud encubierta o clandestina) sino porque hubo disposiciones políticas que prohibieron tal infame mercado, al prohibir la esclavitud. Inversamente, la acción política puede favorecer o crear mercados. Un típico ejemplo, bueno o malo, es el mercado de capacitación lingüística en vascuence para las zonas de habla vasca actuales, sobre todo en la Comunidad Autónoma del País Vasco (España). Ese mercado no existía antes o solamente existía de modo marginal, porque, como ejemplo, saber vascuence no era un mérito preferente (hoy en la práctica: obligatorio o casi obligatorio) para ser funcionario. En numerosos casos, hoy, no saber vascuence equivale a no obtener la soñada plaza de funcionario en la zona de los Pirineos Occidentales... porque siempre habrá otro opositor rival que sí lo sabra y que, a igualdad de méritos, se llevará la codiciada plaza. Ese mercado o comercio ha sido creado, fundamentalmente, por autoridades regionales y municipales de las zonas vascófonas españolas o, en mucha menor medida, de las zonas vascófonas francesas.
Frente al mito, pues, que contrapone mercado y Estado, lo cierto es que el mercado (o el comercio) es inseparable de las regulaciones estatales o paraestatales. Sentado esto sin anteojeras de derechas o de izquierdas, sino ateniéndose a los hechos reales y a su interpretación causal confirmada, ¿qué decir de un libre comercio en el sentido, ahora real y no caprichoso, de comercio sin regulaciones abusivas?
Es posible física y económicamente, sí. Mas, ¿es deseable?
En principio es deseable, si ese comercio es lícito éticamente. No es lícito, por ejemplo, el mercado de armas de guerra, como tampoco lo es el mercado de drogas duras (alcohol, tabaco, cocaína, heroína, fentanilo, etcétera) sea legal o ilegal, más regulado o menos regulado; la prohibición total, como en el caso del mercado de esclavos, es lo único aceptable ante este siniestro comercio.
El mercado del huevo no presenta tales objeciones. El consumo humano de huevos es, sobre todo, con huevos de gallina, aunque también los huevos de pata, avestruz o cocodrila tengan un auge comercial creciente.
Así, una regulación del comercio del huevo debe limitarse, en principio, a la salubridad del huevo en sí, a la cría de las hembras ponedoras en condiciones dignas que no les hagan sufrir (con abolición de las atroces jaulas de gallinas, por ejemplo) y al control del modo de producción, de modo que no llene el suelo, el aire y el agua con desechos tóxicos no reciclables, por ejemplo fosfatos para fomentar el crecimiento de la soja que luego comen los pollos y las gallinas ponedoras. Tampoco es admisible una práctica que se ha dado en las granjas españolas: dar de comer, a pollos y gallinas, unos desechos de grasa semipodrida muy barata y que, en general, los recios estómagos de estas aves digerían bien... mas poniendo en serio peligro de infección la salud de los hombres y mujeres que se comían los huevos así producidos. Y tampoco es admisible hacer respirar mefíticos vapores de metano a los trabajadores humanos, en esas naves inmensas de gallinas ponedoras; por ahorrarse unos euros el patrón en conductos de ventilación forzada.
En cambio, los impuestos abusivos (mayores del diezmo, del diez por ciento) o las barreras proteccionistas territoriales, gremiales, sindicales o patronales deben abolirse en general, de modo que el consumidor pueda elegir libremente los mejores y más baratos huevos según sus preferencias.
De este modo matizado, así, la derecha está a favor del libre comercio. Porque beneficia permanentemente a la población en general.
Si las autoridades observan una tendencia a la concentración en oligopolios y monopolios, lo que en España se ha llamado, para el huevo y el pollo, el oligopollo, tienen que intervenir fulminantemente para cortar esas prácticas y que siga habiendo competencia de precios, en beneficio del consumidor.
En cuanto a las insalvables diferencias sociales, en la derecha (en la derecha de verdad) no queremos que nos uniformicen y nos corten a todos por el mismo patrón y el mismo estilo social, cultural o económico de vida. Dicho esto, está claro que mientras no cortemos el actual estilo de vida con pretendido crecimiento demográfico, industrial y económico indefinido, habrá, según las inexorables tendencias de la naturaleza humana en este sentido, los fenómenos bien comprobados de concentración de la riqueza en muy pocas manos y la aparición de enormes bolsas de marginados, empobrecidos, desamparados y humillados. El mercado no tiene capacidad ninguna de solucionar este gravísimo problema. Y, como no la tiene, hay que arbitrar mecanismos de redistribución de la producción de modo que nadie, absolutamente nadie, se quede sin plato en la mesa. Eso es económicamente asumible... pero tiene que haber unos poderes públicos, un Estado (por usar la feísima, horrible y siniestra palabra) que lo hagan. Es la hora de la política, hora que no puede ser suplantada por el Derecho ni por el mercado o por el libre comercio. Hay regulaciones políticas necesarias. Mas deben ser muy pocas, para que el individuo y la sociedad civil no queden aplastados por el Estado y demás instituciones públicas.
Esto nos lleva al último punto indicado por Ziro: el individualismo.
En la derecha radical, revolucionaria y que se autorreconoce como derecha, aceptamos que el capitalismo o el libre comercio o el libre mercado, no son ningún ideal. Un Estado monopolista totalitario de tipo socialista o comunista es muchísimo peor, eso se ha visto bien a lo largo de la Historia. Ahora bien, reconocer que el libre comercio es mejor, menos malo, que el gran Estado... no es santificar al mercado o al comercio.
En efecto, de modo solapado o abierto, pacífico o violento, el mercado opera según la agresividad inherente a la competencia. No existe la competencia amistosa, como no existe el abogado completamente honrado. Todo abogado vive del delito (aunque él mismo no sea un delincuente) de modo que, quiera o no, tiene que favorecer la perpetuación y el aumento de los delitos... porque, si no, se quedaría sin ingresos en su bufete. De modo paralelo, el más brillante y avanzado de los mercados sigue funcionando bajo la hostilidad mutua inherente entre los competidores, la cual produce males más o menos insidiosos. La obsolescencia planificada es uno de los más evidentes y denunciados, pero hay muchos más, como tradicionalmente el ahogo mafioso, con sobornos y chantajes más o menos abiertos, que las grandes superficies comerciales practican contra las tiendas de esquina; o la mediocridad cultural calculada, para sacar periódicamente al mercado editorial nuevos libros de filosofía o nuevas películas que aportan muy poco filosófica o artísticamente... con la promesa de que, en nuevas entregas, saldrán sorpresas interesantes, en vez de dar ya todo lo culturalmente óptimo, en la medida de lo posible.
El verdadero desarrollo de la individualidad, según una perspectiva coherente de derechas, se dará cuando el hombre deje de estar bajo zozobra económica y política.
Y eso implica el paso al comunismo bien entendido. No me refiero al totalitarismo soviético, polpotista o castrista, claro. Me refiero a una sociedad en la cual (en la medida de lo posible) cese el lucro monetario inmediato como motivación, aboliendo pues el dinero y los Bancos, según el clásico principio comunista y humanista de que de cada cual, según sus capacidades, y a cada cual, según sus necesidades. Finalmente, el Estado debe desaparecer, y los pueblos merecerán (según Borges) no tener ya gobiernos.
Y, bueno, puede sorprenderos que un confeso (confeso, que no confuso) derechista acabe reivindicando el comunismo. Mas es que la derecha auténtica, puesto que busca orden sostenible y valores permanentes, así en el Cielo como en la Tierra, debe siempre reconocer las cosas como son; por insólitas o impopulares que resulten. En la derecha somos individualistas radicales, pero no somos insolidarios. Somos individualistas libertarios a largo plazo.

Re: Los valores de la derecha

Publicado: 22 Sep 2018, 17:46
por Ostrovitianov
ziro escribió:¿Es una ideología de derechas justificable moralmente?

Me refiero a la defensa de la propiedad privada, el libre comercio, las insalvables diferencias sociales y el individualismo.

¿Hasta qué punto la abolición de la propiedad, el control estatal de la economía, el intento de igualar a los individuos y el colectivismo son deseables?

Un saludo :)
No. La derecha no es legitima ni licita ni moralmente aceptable. Por eso es derecha. Es la parte criminal de la humanidad. Pero, esto no son más que vacuidades. Debería describirse con mayor rigor el termino.

Derecha, por ejemplo, es la defensa de una sociedad con división social de clases donde mientras se dice que todos somos iguales ante la Ley que escriben e imponen unos pocos, no se la aplican de la misma forma para si que para todos los demás, y no lo hacen porque defienden precisamente la división social de clases y la desigualdad amparada en la manutención del crimen. Eso lo llevan a efecto, con unas herramientas muy bonitas como pueda ser la propiedad privativa de los medios de producción, mediante la normalización, naturalización y uso del capital enajenante, que si ya de por si los seres humanos entrando en su dinámica tienden a acumularlo para poder adecuarse a las normas y leyes del criminal capitalista (una barra de pan = x unidades de capital) y poder sobrevivir, a nivel macro, este mismo capital sirve para controlarles sin que sean conscientes de ello, anulando toda la libertad del mundo.

Otra constante de "la derecha" además de la división social y criminal de la sociedad en clases que luchan entre si perdiendo siempre las que se llaman clases bajas, es la defensa de la cobardía. Esto e algo que queda raro expresarlo, pues nadie define ni analiza hoy día a la sociedad general desde sus fundamentos psicológicos. Se han creado categorías políticas y sociológicas para no profundizar en qué es lo que crea los problemas para así no poder solucionarlos.

Otra constante de la derecha es la irresponsabilidad para con los demás. Jamás se responsabilizaran del poder que asumen. Pero estarán encantados de asumirlo si supone grandes beneficios personales para ellos. Eso si, cuando lleguen las responsabilidades nadie habrá asumido el poder otorgado, nadie se hará responsable. Esto se puede resumir en: todo lo bueno para mi, lo malo para quien sea pero para mi no. Eso elevado a las responsabilidades de Estado, supone asesinatos, empobrecimiento, engaños criminales sobre atentados terroristas, perversión de la verdad a la hora de describir la Historia y un etcétera tan largo como la propia realidad.

El libre comercio es una trola. La derecha, como cualquier capitalista, no defiende EN NADA la libertad humana. Eso es falso. Cualquier capitalista tiende al monopolio y está encantado de que a sus competidores les vaya peor, al fin y al cabo ese es su objetivo. Pues si a los demás les va peor más cuota de mercado se endorsa él, o dicho de otra forma: más bueyes le van a comprar a precio enajenado y valor falso a él aquello que falsamente diga que el lo ha producido y por tanto, vende. En realidad lo han producido aquellos que subordina. El resto no es mas que el apoyo de una infraestructura social llamada sociedad y estado que le permite operar y llegar a infinidad de bueyes para venderles con sobrecosto lo que fuere y endorsarse en su bolsillo lo que sin explotación y sin una sociedad corrupta que no sabe ni lo que significa el valor de un bien o producto (convertido a posteriori en mercancía), no podría.

La abolición de la propiedad?

En comunismo no se abole la propiedad, eso sucede en capitalismo, es decir, en sistemas dominados, controlados y defendidos por gente "de derechas".

En capitalismo la propiedad privada de bienes privados es sistemáticamente ROBADA, estafada, inflada en costos, falseada a través de la publicidad y la falsedad del mercaderio y del merchandising.
Solo hay que observar cómo se mercantilizan los DERECHOS HUMANOS y se les pone un precio de mercado para percatarse del CRIMEN del Capital. Claro que, si habéis asumido el capital como algo normal, seréis incapaces de analizarlo de manera correcta y tendréis serias dificultades. A eso Marx, aunque no lo concreto suficientemente, le llama (la influencia del) fetiche de la mercancía.

"La derecha" es un nombre muy eufemístico para no referirse a los criminales de la humanidad. A la escoria de la sociedad. A la creme de la creme de la mafia.

Re: Los valores de la derecha

Publicado: 22 Sep 2018, 21:20
por Cell
ziro

ziro escribió:¿Es una ideología de derechas justificable moralmente?

Me refiero a la defensa de la propiedad privada, el libre comercio, las insalvables diferencias sociales y el individualismo.

¿Hasta qué punto la abolición de la propiedad, el control estatal de la economía, el intento de igualar a los individuos y el colectivismo son deseables?

Un saludo :)
La ideología de "derecha" es justificable en tanto intente cautelar los valores tradiciones de occidente. Y la de izquierda es justificable en tanto busque una distribución de la riqueza más ecuánime. Es por eso que le voy al NS, porque toma lo mejor de ambas, desechando sus miserias.



Saludos

Re: Los valores de la derecha

Publicado: 22 Sep 2018, 21:26
por Cell
toni

toni escribió:Yo creo que no. La exlotación del hombre sobre el hombre, no es justificable moralmente
Mejor es la explotación del hombre por el estado. o_O
toni escribió:La propiedad pribada mientras no sea sobre los medios de producción, no veo problema.
Te sublevas contra tus amos judeo-marxistas?
toni escribió:Por mi parte, deseables al 100%, todo lo que sea evolucionar hacia algo más justo me parecera bien
Ayer vi una pareja de lesbianas y me dio mucho asco y rabia (esto por la impudicia más que nada, no tanto por la condición lésbica). En reprobación les hice el saludo romano; pero seguro que ni sabían lo que era, jaja.
Me imagino que aquel tipo de espectáculos para ti son "evolucionar"...



Saludos

Re: Los valores de la derecha

Publicado: 22 Sep 2018, 22:21
por Cell
Alexandre Xavier


Un poco largo tu post, pero en general está bastante bueno.

Haré algunas observaciones en ciertos puntos que me interesan particularmente, que o más me han llamado la atención.
Alexandre Xavier escribió:La verdadera derecha es, ante todo, orden. Orden digno de ser mantenido, no la paz de los cementerios ni el terror de las bayonetas.
Estoy de acuerdo en que así es y en que eso es lo que debe imperar. El orden contra el caos.
Alexandre Xavier escribió:Veámoslo, por contraste, con los mismos ejemplos que da Ziro.
La defensa de la propiedad privada alude, para empezar, al reconocimiento que la verdadera derecha hace de que el hombre no sólo es Historia, sino también naturaleza, diga lo que diga Ortega. Es un animal territorial, con tendencia biológica a la posesión de hembras, de territorio de caza, pesca o recolección (más tarde también agricultura, ganadería, manufactura, industria, servicios, etcétera) y con personalidad individual que no se disuelve en una especie de sique colectiva como el hormiguero o la colmena de abejas, avispas u hormigas. La propiedad privada existe ya en chimpancés, gorilas, orangutanes y bonobos, y también en el otro primate que aquí nos ocupa, el cromañón, el hombre actual.
Por eso todo colectivismo radical de tipo familiar, sexual, cultural y económico va a chocar con los hechos biológicos esenciales. La naturaleza humana no se puede legislar, no se puede cambiar con leyes jurídicas hechas y aplicadas por políticos y jueces.
Si queremos razonablemente paz y felicidad, tiene que haber propiedad privada e intimidad para los individuos. Eso no da carta blanca al acaparamiento y a la exclusión social, exclusión social tan terriblemente practicada por el capitalismo típico.
Por tanto, no necesitamos capitalismo típico, sino abundancia generalizada para todos... los individuos humanos. Y eso, claramente, implica reducir radicalmente la natalidad y la población hasta estabilizar la población mundial en niveles ecológicamente asumibles (por tanto, con una producción y un consumo que no dañen la biosfera). Entonces todos podrán ser ricos y gozar de privacidad, que es el camino verdadero a la paz y a la justicia, pero no como volátil fantasía, sino como proyecto realizable.

La derecha convencional o conformista, aparte de no reconocerse a sí misma como derecha, suele predicar que cuantos más seamos, más reiremos. Y eso es una aberración según la derecha verdadera, porque lleva al desorden que siempre es la superpoblación. La derecha, insisto, es una cultura de orden.
Pero debes tener en cuenta que la selección natural y la evolución postulan que una especie tiene mayores chances de pervivencia en tanto deje una mayor cantidad de descendencia. Y efectivamente por otro lado, la superpoblación nos habla de que se trata de algo contraproducente para el bien común. Entonces ¿es que debemos los seres humanos desenvolvernos a contrapelo de la secuencia evolutiva general de la naturaleza?
Alexandre Xavier escribió:Un típico ejemplo, bueno o malo, es el mercado de capacitación lingüística en vascuence para las zonas de habla vasca actuales, sobre todo en la Comunidad Autónoma del País Vasco (España). Ese mercado no existía antes o solamente existía de modo marginal, porque, como ejemplo, saber vascuence no era un mérito preferente (hoy en la práctica: obligatorio o casi obligatorio) para ser funcionario. En numerosos casos, hoy, no saber vascuence equivale a no obtener la soñada plaza de funcionario en la zona de los Pirineos Occidentales... porque siempre habrá otro opositor rival que sí lo sabra y que, a igualdad de méritos, se llevará la codiciada plaza. Ese mercado o comercio ha sido creado, fundamentalmente, por autoridades regionales y municipales de las zonas vascófonas españolas o, en mucha menor medida, de las zonas vascófonas francesas.
El euskera debería ser lengua muerta y los euskaldunes aculturados de una buena vez. Esto porque los vascos son una peligrosa y salvaje raza superior al resto de sus connacionales hispanos que si la dejan desarrollarse puede causar graves problemas a España.
Alexandre Xavier escribió:Si las autoridades observan una tendencia a la concentración en oligopolios y monopolios, lo que en España se ha llamado, para el huevo y el pollo, el oligopollo, tienen que intervenir fulminantemente para cortar esas prácticas y que siga habiendo competencia de precios, en beneficio del consumidor.
La verdad aquí me pierdo un poco. O sea, parecía que hablabas de un modelo diferente de raíz; y con esto que, por el contrario, aceptas el estado actual de cosas, sólo que debe modificarse en función de aquellas deseables condiciones que venías mencionando.
Alexandre Xavier escribió:En cuanto a las insalvables diferencias sociales, en la derecha (en la derecha de verdad) no queremos que nos uniformicen y nos corten a todos por el mismo patrón y el mismo estilo social, cultural o económico de vida. Dicho esto, está claro que mientras no cortemos el actual estilo de vida con pretendido crecimiento demográfico, industrial y económico indefinido, habrá, según las inexorables tendencias de la naturaleza humana en este sentido, los fenómenos bien comprobados de concentración de la riqueza en muy pocas manos y la aparición de enormes bolsas de marginados, empobrecidos, desamparados y humillados. El mercado no tiene capacidad ninguna de solucionar este gravísimo problema. Y, como no la tiene, hay que arbitrar mecanismos de redistribución de la producción de modo que nadie, absolutamente nadie, se quede sin plato en la mesa. Eso es económicamente asumible... pero tiene que haber unos poderes públicos, un Estado (por usar la feísima, horrible y siniestra palabra) que lo hagan. Es la hora de la política, hora que no puede ser suplantada por el Derecho ni por el mercado o por el libre comercio. Hay regulaciones políticas necesarias. Mas deben ser muy pocas, para que el individuo y la sociedad civil no queden aplastados por el Estado y demás instituciones públicas.
Lo dicho, parecería que desde cierto punto renuncias a tu política refundacional para decantarte por enmendar lo que ya está dado.
Alexandre Xavier escribió:En la derecha radical, revolucionaria y que se autorreconoce como derecha, aceptamos que el capitalismo o el libre comercio o el libre mercado, no son ningún ideal. Un Estado monopolista totalitario de tipo socialista o comunista es muchísimo peor, eso se ha visto bien a lo largo de la Historia. Ahora bien, reconocer que el libre comercio es mejor, menos malo, que el gran Estado... no es santificar al mercado o al comercio.
Y el Tercer Reich? No te pareció un modelo exitoso de estado "autoritario"?
Alexandre Xavier escribió:En efecto, de modo solapado o abierto, pacífico o violento, el mercado opera según la agresividad inherente a la competencia. No existe la competencia amistosa, como no existe el abogado completamente honrado. Todo abogado vive del delito (aunque él mismo no sea un delincuente) de modo que, quiera o no, tiene que favorecer la perpetuación y el aumento de los delitos... porque, si no, se quedaría sin ingresos en su bufete.
Interesante. Me recuerda lo de la antigua Ática, donde se pagaba mejor al médico cuya zona contaba con la menor tasas de enfermos. Me imagino que compartes conmigo en que esto es un valor deseable. Mas no nos dices cómo encaja la crítica tu abogado que vive de la miseria humana en tu modelo más ideal de derechas (en lo personal insisto en que no tienen lugar).
Alexandre Xavier escribió:De modo paralelo, el más brillante y avanzado de los mercados sigue funcionando bajo la hostilidad mutua inherente entre los competidores, la cual produce males más o menos insidiosos. La obsolescencia planificada es uno de los más evidentes y denunciados, pero hay muchos más, como tradicionalmente el ahogo mafioso, con sobornos y chantajes más o menos abiertos, que las grandes superficies comerciales practican contra las tiendas de esquina; o la mediocridad cultural calculada, para sacar periódicamente al mercado editorial nuevos libros de filosofía o nuevas películas que aportan muy poco filosófica o artísticamente... con la promesa de que, en nuevas entregas, saldrán sorpresas interesantes, en vez de dar ya todo lo culturalmente óptimo, en la medida de lo posible.
Es moralmente inaceptable y no es un aporte al bien común. Pero muchos de sus defensores sostienen que de otra manera ciertos nichos productivos "no son rentables" o incluso que son “insostenibles”; sin apelar a ese tipo de artimañas. Y yo niego que sea así. En especial cuando hace 60 o 70 años los artefactos eran "eternos" y dudo mucho que las industrias respectivas trabajasen a pérdida. Por lo tanto, la obsolescencia programada queda en evidencia como una manifestación de ambición desmedida, nada más. Lamentablemente, no hay quien le ponga al cascabel al gato en esto.



Saludos

Re: Los valores de la derecha

Publicado: 23 Sep 2018, 10:27
por Ostrovitianov
Cell escribió:toni
toni escribió:Yo creo que no. La exlotación del hombre sobre el hombre, no es justificable moralmente
1. Mejor es la explotación del hombre por el estado. o_O
toni escribió:La propiedad pribada mientras no sea sobre los medios de producción, no veo problema.
2. Te sublevas contra tus amos judeo-marxistas?
toni escribió:Por mi parte, deseables al 100%, todo lo que sea evolucionar hacia algo más justo me parecera bien
3. Ayer vi una pareja de lesbianas y me dio mucho asco y rabia (esto por la impudicia más que nada, no tanto por la condición lésbica). En reprobación les hice el saludo romano; pero seguro que ni sabían lo que era, jaja.
Me imagino que aquel tipo de espectáculos para ti son "evolucionar"...

Saludos
1. ¿Qué es el estado, Cell? Da la sensación de que para ti el estado tiene que ver más con los extraterrestres que con el hombre.... curioso.

2. No creo que se este sublevando contra nada. Creo que sencillamente te han engañado sobre lo que es el comunismo, y quieres creer que no, entre otras cosas porque te dejaría como un tonto.

3. ¿Les hicistes el saludo romano? Y con eso te quieres creer superior porque "seguramente no sabían ni lo que era". Cuando en realidad eres tu el que probablemente no te imaginas ni lo que pensaron de ti: menudo chalado mental, es lo que dirían :lol: :lol: :lol: :lol:

Este planeta esta lleno de monos :lol: , ni a simios llegan. :roll:

Re: Los valores de la derecha

Publicado: 23 Sep 2018, 17:14
por Alexandre Xavier
Saludos a todos en este hilo.
Ha ocurrido algo inesperado... y significativo.
Veréis abajo una larga intervención mía, preparada ayer, y en la cual estimaba que casi todos, aquí, os limitáis a linchar y ejecutar sin juicio a la derecha. Cuando la he intentado enviar, ha rebotado en el servidor una y otra vez; y, cuando ha cesado el bloqueo temporal, ha aparecido una significativa intervención de Cell, respondiéndome a otro largo mensaje previo a éste que envío ahora.
Si hubiera recibido antes la intervención de Cell, mi mensaje hubiera sido muy distinto.
Lo mejor, pues, es que reenvíe mi abortado mensaje, sin cambiar ni una coma, y que luego prepare mi respuesta al mensaje de Cell. Reitero que, tras una raya larga, envío por fin mi mensaje que no salía ayer. Y pienso que, en realidad, en estas cosas no hay casualidades sino causalidades.

----------

Los demás participantes de este hilo (salvo, parcialmente, en el caso de Cell) realizáis el típico linchamiento ideológico y cultural de las derechas. Y lo digo en plural expresamente, pues de la derecha de Ajenatón o la de Jovellanos a la de Trump o a la de Francisco Franco hay una enorme diferencia.
Metéis a todas las derechas en el mismo saco. Con las izquierdas, naturalmente, no hacéis eso, puesto que en este hilo casi todos sois de izquierdas. Pues eso se llama deshonradez intelectual, ya que tenéis dos varas de medir: una laxa y disculpatoria para las izquierdas, y otra durísima, inflexible, condenatoria inapelablemente a la pena de muerte intelectual. para las derechas. Según decís literalmente.

"Yo creo que ninguna ideología de derechas es justificable moralmente. La explotación del hombre sobre el hombre, no es justificable moralmente.".

Y añadís.

"No. La derecha no es legitima ni licita ni moralmente aceptable. Por eso es derecha. Es la parte criminal de la humanidad. Otra constante de la derecha es la irresponsabilidad para con los demás. Jamás se responsabilizaran del poder que asumen. Pero estarán encantados de asumirlo si supone grandes beneficios personales para ellos. Eso si, cuando lleguen las responsabilidades nadie habrá asumido el poder otorgado, nadie se hará responsable. Esto se puede resumir en: todo lo bueno para mi, lo malo para quien sea pero para mi no. Eso elevado a las responsabilidades de Estado, supone asesinatos, empobrecimiento, engaños criminales sobre atentados terroristas, perversión de la verdad a la hora de describir la Historia y un etcétera tan largo como la propia realidad. "La derecha" es un nombre muy eufemístico para no referirse a los criminales de la humanidad. A la escoria de la sociedad. A la creme de la creme de la mafia.".

Ahora bien, los que sí nos reconocemos como personas de derechas, tenemos algo que responder a todo esto. De hecho hay un mensaje mío, en este mismo hilo, bastante largo y explicativo sobre el tema. Y lo pasáis por alto, porque de tomároslo en serio no podríais seguir con esa actitud, ay, tan típicamente de izquierdas, de fusilamiento intelectual ético sin juicio previo a todo lo que huela a derecha.
Como he dicho antes, Cell sí que se sale de vuestro guión. Lo cito a continuación.

"La ideología de "derecha" es justificable en tanto intente cautelar los valores tradiciones de occidente.".

En principio, acepto la matización de Cell... con una nueva matización por mi parte.
La derecha autoritaria y conformista ha practicado toda la vida aberraciones como la Inquisición, el colonialismo, la pena de muerte, la mili, las guerras expansionistas y el poder mafioso impune de jueces, abogados y fiscales, por no hablar de los banqueros y los recaudadores de impuestos. Y solamente ha empezado a dar marcha atrás en estos abusos y crímenes cuando las víctimas se han organizado y han empezado a arrear mamporros, con toda la razón del mundo, a esa derecha.
Ahora alguien de buena fe, que siga mis intervenciones sobre estas cosas, me puede preguntar: Alexandre, ¿no es confundente que te sigas autodefiniendo como derechista?
Y responderé que no... siempre y cuando, naturalmente, se entienda que no soy un derechista conformista, opresivo y autoritario, sino un derechista revolucionario, libertario e individualista, que, para serlo, se apoya en valores eternos.
Por ejemplo: la santidad y el valor de la vida humana son cosas por encima de toda convención cultural; y de ahí que ninguna votación, por muy mayoritaria que sea, y en un régimen fascista, monárquico, anarquista, nacionalsocialista, comunista, capitalista, ecologista, democrático, antidemocrático, talibán, quibuche (kibbutz) etcétera, va a dar como válida la pena de muerte. Eso no cambia nunca. No es que la pena de muerte sea válida en ciertas circunstancias históricas y en otras no. Es que, por sólidas razones metafísicas y éticas, la pena de muerte nunca es lícita.
Otro buen ejemplo, aunque totalmente diferente, es mi insistencia en que, si todos queremos ser muy ricos y vivir como reyes, debemos ser muy pocos, o sea con una población bajísima (y estable). De otra manera sería imposible, porque iría contra la naturaleza humana; va contra la naturaleza humana que todos sean muy ricos si hay muchísimos habitantes en el planeta. La naturaleza humana tiene una considerable plasticidad, pero al fin y al cabo no es de goma. Si la estiramos demasiado, se rompe... o salta para recuperar su forma, dándole un latigazo en la cara a quien ha abusado de ella. Sin tradición no hay revolución, y toda verdadera revolución se basa, superándola, en la tradición.
Si no queréis considerarme como a un derechista, muy bien. Considerad, entonces, que soy un izquierdista revolucionario no relativista.
Creo que he hablado claro, y que por eso en este foro doy (literalmente) la cara y el nombre real sin seudónimo. Si he hablado con ambigüedad hipócrita, ¡echádmelo en cara!

Re: Los valores de la derecha

Publicado: 23 Sep 2018, 17:23
por socrates
Parece que Alexandre y Cell se harán buenos amigos.