Críticas a Marx
Publicado: 25 Nov 2016, 03:57
Es a eso que me he referido en innumerables oportunidades. Te daré un resumen de las críticas:Jvahn escribió:El problema para mí es que simplemente no se ha leído a Marx para hacer una crítica del marxismo.
1.- El valor de cambio es la manifestación natural cuando no es posible autoabastecerse de los bienes consumidos. Incluso en las comunidades primitivas existía valor de cambio en virtud de la especialización y los distintos roles dentro de una comunidad.
2.- En las sociedades marxista el valor de cambio es el tiempo de trabajo socialmente necesario para producir un bien. Marx señaló: “Por lo tanto, lo que determina la cantidad de valor de un artículo es solamente el quantum de trabajo, es decir, el tiempo de trabajo necesario para su producción en una sociedad dada...”
3.- Sin embargo el tiempo de trabajo no es un valor homogéneo de cambio, en virtud de las distintas productividades de las personas, tanto por diferencias en la entrega de respuestas intelectuales como de respuestas físicas. Y esto no es sólo producto del conocimiento y de la contextura física de las persona y sus habilidades, sino también, y probablemente más importante, de sus actitudes. Ser honesto, hacer el mejor esfuerzo, ser responsable y consciente con el trabajo bien hecho, etc. Las diferencias en estos campos suelen ser tanto o más importante que las habilidades físicas e intelectuales.
4.- En definitiva el valor de cambio sigue existiendo pero es un valor arbitrario e ineficiente.
CONSECUENCIAS DE SOLO CONSIDERAR EL TIEMPO DE TRABAJO COMO VALOR DE CAMBIO
1.- Es evidente que considerar el tiempo de trabajo como valor de cambio homogéneo genera injusticias y desincentivos. Injusticia por cuánto todos presentamos actitudes distintas pero éstas no se reflejan en la cantidad de trabajo sino en el trabajo bien hecho y a conciencia. Desincentivos porque si se sabe que parte importante del producto del esfuerzo se lo llevan otros cuyas actitudes y/o aportes no se comparten, las personas no estarán dispuestas a esforzarse.
2.- Dónde más se nota el desincentivo es en la innovación. Lo nuevo siempre constituye un riesgo alto de fracaso. Serán pocos los que estén dispuestos a fracasar y perder la cómoda posición que poseen.
3. El hecho que no exista valor de cambio (distinto al tiempo de trabajo) y comercio, obliga a una planificación centralizada de la producción. No existe otra alternativa. La creación de una mega estructura burocrática es inevitable. Y esto genera dos grandes problemas:
- Corrupción. Lo que es de todos finalmente no es de nadie.
- El qué producir y cuánto queda al arbitrio de burócratas cientifistas, según lo que ellos crean deben ser las prioridades para la población
4.- La planificación centralizada requiere restringir fuertemente la libertad económica y para ello se hace necesario también restringir la libertad social. Si la planificación central no es respetada llega el caos. Se requiere mantener el orden mediante la coerción.
5.- El marxismo presenta un beneficio: asegura condiciones de vida básicas para todos. En países con una población en condiciones infrahumanas y donde algunos pocos concentran las riquezas materiales puede ser una solución. Sin embargo si lo que se busca es el progreso, no aporta respuestas adecuadas. Es por esta razón, con el mayor estándar de vida que se ha alcanzado con el sistema de libre marcado, que el marxismo ha dejado de ser una alternativa deseable.
Kart Popper decía que el marxismo es una filosofía dogmática al considerar que ha conquistado la visión correcta de la realidad. Si el marxismo está en posesión de la verdad, no necesita someterse a serias autocríticas ni a cambios profundos. Desde esta actitud teórica no puede sino surgir una sociedad cerrada, negadora de la libertad, del pluralismo y de la crítica. Esta sociedad autoritaria o cerrada aumentará el poder del Estado y de la burocracia, y convertirá el socialismo en un intervencionismo. La sociedad marxista será enemiga de la sociedad abierta. Por todo ello la filosofía y la práctica marxista acaban adquiriendo un carácter religioso. La fe mística e inconmovible en las predicciones de Marx inspiraron la lucha y llenaron de fuerza a unos trabajadores que se encontraban en la mayor miseria y degradación. Según Popper, aunque las predicciones no se han cumplido, el elemento profético del credo marxista sigue vigente en la mente de sus adeptos, destruyendo la convicción de que la razón crítica puede cambiar el mundo. El marxismo impide la lucha por una sociedad abierta.
Sigmund Freud afirmaba que el marxismo reposa en una concepción errónea de la naturaleza humana. Socialismo y comunismo creen que, superado el modo de producción capitalista, la lucha de clases desaparecerá y la solidaridad humana finalmente triunfará. La expresión comunista: “De cada uno según sus posibilidades y a cada uno según sus necesidades”, es la expresión de una concepción del ser humano ideal y falsa.