solipsista escribió:Antes de analizar tu cuestionamiento, quiero precisar algo. Siguiendo con mi analogía de la balanza, ¿conviene catalogar al raciocinio como una “pesa”? Considero que no conviene concebir al raciocinio como una pesa, sino como una facultad; la facultad de descubrir nuevas pesas y ponerlas en la propia balanza [en esto consistiría la "libertad de elección"]. Entonces, como ya habíamos acordado en un mensaje anterior, la razón no la catalogaríamos como una motivación, sino como una “herramienta” para descubrir y considerar diversas motivaciones.
Perfectamente de acuerdo.
Pero aún con la intervención de la razón, toda acción (razonada o caprichosa) resultaría del equilibrio final de las pesas puestas en la balanza, quiero decir, de un “proceso mecánico” (determinado); simplemente “caemos” hacia la acción que “tiene más pesas”, sin poder hacer otra cosa. La "elección" consistiría en tal "caída" hacia las pesas mayores.
Si ha de haber posibilidad (por ahora) de libre albedrío está en el eslabón de la razón. Las motivaciones operarían, según nuestro razonamiento, de manera determinada-mecánica.
Ahora, pasando a tu agudo cuestionamiento, esa facultad de descubrir nuevas pesas y ponerlas en la balanza (el raciocinio), ¿resulta a su vez de un “proceso determinado"? Esto constituye el meollo de la disputa [determinismo-libre albedrío]. Veamos.
Eso mismo.
Primero: Me parece claro que la facultad de raciocinio se aprende; resulta de un proceso de educación. Las personas que tenemos cierta capacidad de raciocinio (en el sentido que he manejado en la analogía de la balanza); lo aprendimos de otras personas, por imitación y entrenamiento.
Segundo: También considero que la facultad de raciocinio tiene un componente genético. Resulta evidente en los casos de deficiencias mentales. Las personas que por cuestiones de herencia genética padecen limitaciones intelectuales (síndrome de Down por ejemplo), por mucha educación que reciban no podrán desarrollar su facultad de raciocino al mismo nivel que una persona normal.
Por lo tanto, me parece que la facultad de raciocinio, que nos permite cierto grado de "libertad de elección" (en el sentido que ya he explicado), podemos catalogarla también como condicionada por factores ajenos al individuo. No elegimos nuestro nivel de raciocinio; nos viene de “fuera”, por factores “externos” que no podemos controlar (no elegimos nuestros genes ni nuestra educación).
Creo que acá hay que distinguir una cuestión fundamental y crucial. Una cosa es la
adquisición de la facultad del raciocinio, y otra cosa es el
uso (y el potencial y capacidades) de tal facultad de la razón.
Pondré un ejemplo muy tonto. Un hombre vive en determinada sociedad comunista donde no puede por motus propia comprar un automóvil. Llega el día en que el estado le da un auto. Y puede usarlo libremente (usarlo a la hora que quiera, ir al lugar que quiera con él).
Este individuo no tuvo libertad para adquirir un coche. Pero una vez que lo tuvo pudo usarlo libremente y aprovechar su potencial.
Juan ha dicho por ahí parafraseando a Sartre: "Uno es libre de hacer consigo mismo a partir de lo que hicieron con él".
Otro ejemplo. Me dan ciertos ingredientes. No puedo elegir los ingredientes. Pero luego con ellos puedo hacer diferentes recetas o platos.
Así, quizás no tengamos libertad en la adquisición de un nivel y tipo de razón. Pero una vez obtenida, quizás se pueda usar con un "grado de libertad", o dicho de otra forma, la razón (una vez obtenida) nos podrá permitir tener un margen de elección.
¿Qué implicaría esto en el esquema de la balanza y las pesas?
El raciocinio no era una pesa. Por lo tanto es algo externo a las pesas de la balanza.
Si la razón no está determinada por los pesos (motivaciones), y aunque esté más o menos condicionada tiene cierta independencia (una vez adquirida la misma razón, y quizás siendo los grados de independencia proporcionales al nivel-calidad del raciocinio adquirido), podrá
ayudar a que la balanza se incline en una dirección u otra (poniendo nuevas pesas o haciendo que algunas sean más pesadas y otras más livianas).
En este caso habría libre albedrío.
Por supuesto también podría pensarse que la razón a su vez también está completamente determinada (en su uso).
Conclusión (provisional): Hay grados de "libertad de elección" por medio del raciocinio, pero dicho raciocinio no surge de elecciones propias. A cada persona “se le asigna” cierto grado de raciocinio, y en consecuencia cierto grado de "libertad de elección" (variable en el tiempo), dependiendo de sus genes y su entorno, que nunca elige. Y entonces, pareciera que nuestro grado de "libertad de elección" depende del azar.
¿Qué piensas de esto camarada socrates? ¿Nos declaramos nuevos deterministas para la gloria de ManuelB y el desprecio de JBELL?
Sobre los grados de libre elección (dentro de la hipótesis del libre albedrío), quizás se pueda comparar (con el ejemplo malo del comunismo) con distintos tipos de auto. A uno le asignan un buen auto, y tiene más potencial y posibilidades (andar la nieve, en la ruta, a mayor velocidad, etc.). Y puede elegir ir a distintos lugares (abanico de elección, o colocar nuevas pesas). A otro le dan un vehículo viejo, y su libertad estenará disminuída. Pero hay libre albedrío (marco de elección desde el
uso de la razón).
Por supuesto podría estar la posibilidad que el uso del raciocinio también esté determinado.
Por el momento no me siento en condiciones de sacar conclusiones camarada.
Es decir, no creo que el libre albedrío quede refutado o el determinismo demostrado definitivamente. Pero sí a través de este análisis al menos podemos ver que el determinismo parece
posible. Y sería explicable.
¿qué piensas?