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La comunicación entre filósofos sin lengua común.

Publicado: 08 May 2017, 14:48
por Alexandre Xavier
La comunicación entre filósofos sin lengua común.

Hoy quiero plantearos el tema que expresa claramente el título de este hilo: la comunicación entre filósofos sin lengua común.
Este problema siempre existió, y sus soluciones han sido y son variadas.
En la actualidad, el problema es, a la vez, más agudo y más fácil de resolver.
Pondré ahora un ejemplo hipotético pero realista, realizable y no tirado fantasiosamente por los pelos.
En un foro internético sobre y contra la superpoblación coinciden un centroamericano que habla una lengua maya (y algo de castellano, claro), un navajo que habla navajo (y algo de inglés, claro), un irlandés monolingüe en inglés, un moscovita monolingüe en ruso, un egipcio arabófono con escasos conocimientos de francés e inglés, un chino que sólo habla chino, un timorense oriental que habla tetun (lengua polinesia) con alto conocimiento de portugués y mediocre conocimiento de indonesio (otra lengua polinesia), y un pascuense que habla la lengua polinesia autóctona de la Isla de Pascua, es decir el pascuense o rapanúi (rapanui), con alto conocimiento de castellano. Al foro se incorporan o pueden incorporar en cualquier momento, libre y gratuitamente, hablantes monolingües de georgiano con mayor o menor conocimiento de ruso, hablantes de francés con perfecto conocimiento del inglés, estadounidenses monolingües en inglés, etcétera, porque el foro, en principio, admite todas las lenguas del mundo.
El ejemplo, repito, es realista y no absurdamente fantasioso. Por eso está claro que si ponen el encabezamiento del foro, más las reglas técnicas para darse de alta, en alguna gran lengua europea (territorial o artificial) como el inglés, el castellano, el esperanto o el francés, eso será entendido sin gran dificultad por los que quieran participar. No hará falta, para eso, poner el encabezamiento del foro en quinientas lenguas diferentes, aunque ponerlo en una docena de ellas puede agilizar el acceso inicial al foro. Lo cierto, sin embargo, es que quien esté interesado en el tema, o sea cómo atajar la superpoblación, va a entrar en tal foro aunque el encabezamiento esté solamente en esperanto, o solamente en inglés. O solamente en portugués.
Como no estoy hablando de imposibles o improbables, insisto, sino de un problema real, reconozco que el problema no va a ser cómo acceder al foro, asunto que ya hemos resuelto.
El problema va a ser cómo participar con regularidad en ese foro sobre y (en principio) contra la superpoblación. En mi ejemplo del principio, coinciden ocho filósofos residentes en zonas superpobladas, y no tienen una lengua común a todos ellos. Si intentan comunicarse en inglés, el centroamericano, el moscovita, el chino, el timorense y el pascuense no podrán. Si lo intentan en castellano, el navajo, el irlandés, el chino y el moscovita no podrán.
En una situación así no hay gran prisa; se trata, fundamentalmente, de comunicación por mensajes escritos electrónicamente que se pueden conservar mucho tiempo y a un precio bajísimo, gratis en la práctica.
Eso posibilita soluciones como la traducción clásica y la traducción automática. La primera es cara e inasumible como solución habitual. La traducción automática es mediocre, aunque está mejorando rápidamente.
Hay más soluciones, como el aprendizaje de una lengua común o unas pocas lenguas comunes. Está claro que la lengua con más probabilidades en un foro así es el inglés. Y de hecho, exploro también esta posibilidad filosófica en otro hilo del foro filosófico internético Sofos Ágora, el hilo English only.
Mas el aprendizaje a fondo de una gran lengua territorial es largo y difícil. Sea el inglés, sea el francés, el árabe (o... los árabes, frecuentemente ininteligibles entre sí) el ruso, el chino, el castellano, el suajili o el malayoindonesio, entre unos pocos más.
La regla del inglés predominante, frecuente en este tipo de foros internéticos, produce de hecho marginación y subordinación de quienes no son anglófonos nativos, personas como yo con gusto y facilidad para el poliglotismo o privilegiados socioeconómicos que han aprendido el inglés con largas estancias en países anglófonos y costosos medios comparables en eficacia.
Entonces yo, que no soy un esperantista y que huyo de esa temible ideología y secta que es el esperantismo (secta en la que, lo reconozco, estuve muchos años aunque sin saber que era una secta) propongo que, como recurso adicional pero no único, en estos casos, se use y aprenda una lengua común de puerto o contacto. El sabir o lingua franca del Mediterráneo, usado por Colón y otros navegantes, es equivalente a elaboraciones más científicas y conscientes en la actualidad, como el esperanto o el icuso. Estas lenguas toman el vocabulario más frecuente entre los hablantes, simplificando radicalmente la fonética y la morfosintaxis, quitando irregularidades y excepciones para que todo sea muy fácil. La ortografía es fonética y de aprendizaje automático, generalmente con alfabeto latino.
Ahora lo diré primero en icuso o ikuso, una de estas lenguas de puerto y luego en castellano.

eske la uso de linguos internacionas suprateritorias ei facilas para la komunikasiono inter filosofos sin linguo komuna esan una bona ideo?
¿El uso de lenguas internacionales supraterritoriales y fáciles para la comunicación entre filósofos sin lengua común es una buena idea?
Cordialmente, de Alexandre Xavier Casanova Domingo, correo electrónico trigrupo @ yahoo . es (trigrupo arroba yahoo punto es).

Re: La comunicación entre filósofos sin lengua común.

Publicado: 18 May 2017, 03:41
por Alejandro Ramos Cid
Todo lo que sea aprender a comunicarse en otro idioma es sin duda una buena idea, aunque en cosas como la filosofía, no sólo el idioma nativo de cada interlocutor supone una dificultad, sino que hay tecnicismos pertenecientes a cada escuela filosófica, términos que significan una cosa para una corriente y otra para otra, que hacen aún más compleja la tarea de establecer una comunicación eficaz. No es un problema sin solución posible, pero sí de solución muy muy difícil.

Heidegger por ejemplo, es muy difícil de entender cuando se lee en castellano por la terminología y lo muchas veces oscuro de su lenguaje filosófico. Y el alemán es también un idioma muy difícil. Ya te imaginarás lo costoso en tiempo, dinero, y energía mental que requerirá invertir a quien se proponga tan titánica tarea. No imposible, pero sí muy difícil.
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Duda: ¿Por qué dices que el esperanto es una secta? Deberás disculpar mi ignorancia al respecto.

Saludos

Re: La comunicación entre filósofos sin lengua común.

Publicado: 23 May 2017, 02:00
por Alexandre Xavier
Saludos, tocayo Alejandro Ramos Cid.
Dices lo siguiente.

"Todo lo que sea aprender a comunicarse en otro idioma es sin duda una buena idea, aunque en cosas como la filosofía, no sólo el idioma nativo de cada interlocutor supone una dificultad, sino que hay tecnicismos pertenecientes a cada escuela filosófica, términos que significan una cosa para una corriente y otra para otra, que hacen aún más compleja la tarea de establecer una comunicación eficaz. No es un problema sin solución posible, pero sí de solución muy muy difícil.
Heidegger por ejemplo, es muy difícil de entender cuando se lee en castellano por la terminología y lo muchas veces oscuro de su lenguaje filosófico. Y el alemán es también un idioma muy difícil. Ya te imaginarás lo costoso en tiempo, dinero, y energía mental que requerirá invertir a quien se proponga tan titánica tarea. No imposible, pero sí muy difícil.
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Duda: ¿Por qué dices que el esperanto es una secta? Deberás disculpar mi ignorancia al respecto.
Saludos".

Lo mejor, en esta ocasión, va a ser empezar por el final de tus cuestiones. Así desenredaremos la maraña.
El esperanto no es una secta. El esperanto, como cualquier lengua, no es más que un conjunto funcional de sonidos, palabras, gramática y (cuando se escribe) signos gráficos o letras para verlo o leerlo. Tan absurdo es decir que el esperanto es una secta como decir que lo son el checo, el sánscrito o el náhuatl.
En cambio, el esperantismo sí que es una secta. Porque asocia, indebidamente, al esperanto con un sistema de aspiraciones, valores, prácticas y expectativas que, de hecho, se convierten en ideología de obligado acatamiento si alguien quiere relacionarse con los esperantistas, con los teóricos promotores del esperanto.
Y, sin embargo, curiosamente, en esperanto mismo todo esto se puede clarificar muy fácilmente.
El término esperantonparolanto significa esperantófono, o sea hablante de esperanto, sin ninguna connotación ideológica o valorativa. Alguien puede ser un esperantonparolanto e incluso opinar que el esperanto es una birria, que no merece la pena seguir hablándolo.
En cambio, un esperantófono así nunca sería llamado, en esperanto preciso, un esperantisto. Porque esta palabra designa al esperantista, claro está; a una persona partidaria del esperanto, del esperantismo, o del esperanto y del esperantismo a la vez. La palabra esperantismo es idéntica por ortografía, pronunciación y significado en esperanto y en castellano: el movimiento ideológico y organizativo en torno y a favor del esperanto.
Todo esto... en teoría. Porque en la práctica se usa, en esperanto, una sola palabra para designar al esperantófono y al esperantista: esperantisto. ¡Y esto en una lengua cuyos apóstoles, los esperantistas, se precian de presentar como precisa y superadora de las peligrosas ambigüedades de las lenguas territoriales!
Lo que ocurre, de hecho, es que desde su aparición el esperanto fue una pieza de la ideología o seudorreligión de su fundador, el médico profesional y lingüista aficionado rusopolaco, llamado Zamenhof. Con diversos nombres, y sobre todo con el nombre de homaranismo, esta ideología generando sus manifestaciones institucionales y materiales, resulta de hecho obligatoria en general para relacionarse con el grueso de quienes hablan esperanto en el mundo. De hecho, en sus documentos internos, fácilmente legibles para quien los descargue internéticamente (y hable esperanto, claro) los esperantistas insisten enfáticamente y sin tapujos en que el esperanto no solamente es una lengua. Y el himno oficial del esperantismo, La Espero, es de naturaleza abiertamente religiosa y políticamente partidaria, sin el más mínimo asomo de neutralidad cultural, todo lo contrario.
La razón básica de que el esperanto haya fracasado es precisamente ésta: que su imagen no es neutral ni lo parece.
En cambio, el Sistema Métrico Internacional es neutral y lo parece. Tanto, que lo usan, por ejemplo, los terroristas islámicos y los Estados cristianos (o islámicos, o budistas, o marxistas) que combaten militarmente a los terroristas islámicos.
Así tiene que ser una lengua planificada auxiliar internacional: muy fácil técnicamente de aprender, hablar, leer y escribir, así como de apariencia neutral y realidad neutral. El hecho de que hoy el segundo, el metro, el quilogramo o el litro se definan ya desprendidos de los fenómenos físicos que les dieron soporte mensurable en el siglo XIX, no quita para que esas unidades sigan con el mismo valor básico que antes, pero más preciso, para operaciones y mediciones que necesitan una exactitud muy alta. Hay objetividad y neutralidad. Como debe ser en estas cosas.
De todos modos, hay un punto en que una lengua oral auxiliar internacional difiere necesaria y sustancialmente del Sistema Métrico Decimal, de la simbología gráfica para lavado y tratamiento de la ropa, o de las señales para la circulación de vehículos por carretera: una lengua así tiene que incorporar conceptos aproximativos conflictivos, como "Dios", "democracia", "felicidad" o "yo", sobre los que no hay acuerdo universal cultural como sí que lo hay en principio con los conceptos de "plátano", "triángulo", "chocolate" o "litro", que son conceptos unívocos. Pero esto no es ningún obstáculo insalvable, ni mucho menos. Lo que se hace técnicamente en estos casos es dar un marcador fonético, una raíz pronunciable, a estos conceptos aproximativos conflictivos, dejando a los hablantes, luego, el trabajo de precisarlos. O sea que para la democracia, en principio, dado que la inmensa mayoría de las lenguas más habladas del mundo usa un marcador fonético, una palabra, que suena igual o casi igual en casi todos los casos, la palabra será "demokrateso", "demokrasio" o algo similar, mas nunca manapori, término nada internacional que designa, en lengua maorí (una lengua polinesia hablada en Nueva Zelanda) a la democracia. El papel de una lengua internacional planificada auxiliar no es determinar el significado de la democracia ni promover una pretendida democracia objetiva, sino dar a este discutido régimen político una palabra internacionalmente reconocible, también en forma escrita con ortografía fonética de alfabeto latino... y dejar la cuestión semántica, la cuestión de fondo, a los hablantes de esta lengua fácil planificada auxiliar internacional.
En filosofía es fundamental tratar con conceptos aproximativos conflictivos. Las lenguas planificadas auxiliares internacionales serias, obviamente, utilizan en estos casos el vocabulario filosófico de las grandes lenguas europeas occidentales, añadiendo los conceptos relevantes procedentes de otras fuentes, por ejemplo muchos términos de metafísica y de sicología profunda procedentes del sánscrito. Y, así, el famoso "Dasein" de Heidegger (pronunciación: Jáideguer) se discute en universalglot o en icuso (que están libres del sectarismo en que el esperantismo comprometió al esperanto) partiendo de la ortografía y la pronunciación (Dásain) que tiene este neologismo en alemán original.
En filosofía internacional, que todos los filósofos participantes dominen con fluidez una lengua común está lejos de arreglar todos los problemas. Pero facilita muchísimo las cosas. Y es perfectamente viable, aunque el desastre esperantista haya embarrado una idea en principio tan buena.
Lo que quiero decir es que con lenguas de este tipo nos ahorramos la pesadillesca ortografía del inglés, los sutiles e inasumibles matices vocálicos del estonio (lengua finoúgria ¡con tres grados de longitud vocálica semánticamente distintivos!) la inabarcable declinación del sánscrito o del latín, los verbos irregulares del francés, la atribución absurda y arbitraria de género gramatical, que llega en alemán a hacer femenino a "la" sol, masculino a "el" luna y neutro a "lo" muchacha, etcétera. O sea, que con una lengua de estructuras tan regulares, lógicas y predecibles, aprender la pronunciación, la gramática (morfosintaxis) y la ortografía racional (o sea, fonética) es cosa de pocas horas o pocos días; luego, sólo falta memorizar el vocabulario, que de todos modos es lo más internacional posible, ya de entrada.
Sigo pensando lo que pensaba sobre estas lenguas internacionales fáciles: no son la panacea en filosofía, mas sí una gran ventaja, que nos emancipa del clasismo y de la plutocracia, haciendo que todo el que tenga algo interesante que decir en filosofía, lo diga pronto de modo inteligible para todos.
Así como la filosofía es muchísimo más interesante que la imagen corrupta que, de ella, dan los severos profesores de filosofía universitaria, las lenguas planificadas auxiliares serias son muchísimo más interesantes que la imagen corrupta que, de ellas, da el esperantismo. El esperanto, como mera lengua, se puede usar rechazando totalmente al nefasto esperantismo. Y así obro cuando filosofo en esperanto. Pero entonces me encuentro con que hay muy pocos esperantófonos que no sean, además, esperantistas... con lo cual casi nadie que sepa esperanto me oirá o leerá. Por eso prefiero el universalglot, la interlingua, el ido o el icuso, libres (por lo menos relativamente) de esta asfixiante amistad obligatoria típica del esperantismo. En la práctica, todas estas lenguas planificadas auxiliares, cuando van en serio, se parecen mucho entre sí, siendo fácil pasar de una a otra. El icuso es la que más me interesa, por facilidad intrínseca y por neutralidad, tanto aparente como real.
Cordialmente, de Alexandre Xavier Casanova Domingo, correo electrónico trigrupo @ yahoo . es (trigrupo arroba yahoo punto es).