Como Meme nació en Brasil, era habitual ver posts que tenían frases en portugués, muchas veces de Paulo Coelho. De este estilo:
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Además tenía una diferencia fundamental con Twitter, Tumblr y otras redes sociales similares, los posts ("memes") que más veces se reposteaban, aparecían en un top 10 diario o semanal, que todo el mundo podía ver. Era una forma estupenda de que la gente encontrara cosas populares, interesantes, usuarios a los que no seguía, etc.
Claro, además de mujeres con frases de Paulo Coelho, había toda clase de gente, esto es Internet. Así que las imágenes sugerentes podían tener mucho éxito, por ejemplo algo como ésta:
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Tenéis que tener cuenta en Tumblr, porque lo he marcado como "explícito", aunque no tenga nada de explícito, para evitar problemas.
Sobran los ejemplos. Técnicamente el porno estaba prohibido, pero eso no, claro.
Claro, en ese contexto, lo que más éxito tenía era poner una frase de Paulo Coelho sobre una imagen subida de tono, y que concordaran, eso le gustaba a todo el mundo, llegaba siempre al top 10, y en eso me especialicé. Había nacido vazana. Por ejemplo:
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Hay muchos más ejemplos que podría poner, avisadme si los queréis. A partir de ahí ya todo es historia.
En cuanto al momento actual, la falacia de la racionalidad humana es la que más curiosa me resulta. De entrada falta racionalidad a la hora de aceptar la desnudez e incluso el sexo sin censura y sin darle más importancia de la que tiene. La cultura mojigata de EEUU se impone en Internet, además del capitalismo y otras muchas cosas. La racionalidad que falta a la hora de juzgar cuerpos desnudos o a la hora de mostrar los nuestros propios sin traumas ni vergüenzas, también falta a la hora de ser consumidores responsables, lo que es la falacia del "homo economicus", y cualquier otra relacionada con la racionalidad humana. La hipocresía de esconder los propios impulsos, que al final resulta en un montón de escándalos en EEUU también. No lo soporto. Esos impulsos, o se confiesan con honestidad, o se eliminan por completo, ya sea sublimándolos o como sea, pero la hipocresía no es buena para nadie. Y luego está todas las distinciones arbitrarias en la desnudez o el sexo, como que los pezones de los hombres se puedan ver, pero los de las mujeres no, y los de los hombres tampoco, si resulta que les crece el pecho como a una mujer.
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Así que con esas cosas me entretengo. Está claro que en la batalla ideológica, económica o cualquiera, la ley poco importa, como importa poco los argumentos, la razón, lo racional, lo justo, o cualquier otra consideración similar. Lo único que importa es quién manda, es la ley del más fuerte, siempre ha sido así, y siempre será. De nada sirve "ganar" la partida de ajedrez si antes de que termine el adversario saca un hacha de debajo de la silla y te corta la cabeza, o sin ser tan drásticos, le da un hachazo al tablero y lo parte en dos. Pero ante toda la fuerza de los ejércitos de Alejandro, siempre estará la indiferencia de Diógenes. Eso no nos lo podrán quitar jamás.