El mundo de la calle (La falta de valores en la actualidad)

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DreamO
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Registrado: 23 May 2011, 03:46

Re: El mundo de la calle (La falta de valores en la actualid

Mensaje por DreamO »

La gente piensa que la vida es cruel, lo triste de todo esto es que en realidad se piensa que lo es.
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ratio
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Re: El mundo de la calle (La falta de valores en la actualid

Mensaje por ratio »

Las técnicas de marketing no serían aplicables si no se desarrollaran en una democracia moderna como la que tenemos, y en la cual no existe censura de ningún tipo ni nadie que vigile las artimañas que se esconden detrás de dichas técnicas. La democracia mal entendida nos vino sin manual de instrucciones, por lo que nadie sabía manejarla. Como consecuencia de ese desconocimiento no hemos podido prevenir un montón de acontecimientos que sólo se pueden dar en un espacio libre de vigilancia y censura.

La aparición de unos medios tan populares, pero peligrosos y eficaces, como son los medios de difusión –televisión, radio e Internet- combinándose con el marketing –el cual trabaja sobre todo a través de esos medios como propagadores de su publicidad- y muchos más factores, han producido un cóctel Molotov de imprevisibles consecuencias. La exigencia de libertad -como resultado de tiempos anteriores en los que predominaba la represión y la censura insertadas en una moral e ideología oscurantista- ha desembocado en un libertinaje consistente en el “todo vale”. Y dentro de las consecuencias más negativas está el hecho de que la educación ha sido la principal víctima como efecto colateral de todo ese entramado. El menoscabo de la autoridad del profesorado y de los padres, junto con las ansias de libertad de la juventud, permiten que ésta sea más difícil de controlar por los diferentes sistemas educativos y, en consecuencia, dan como resultado una juventud carente de valores. Y es ahí donde el marketing entra de lleno aprovechándose de las debilidades de la juventud, unas debilidades que se hacen más evidentes ante la falta de autoridad y la, cada vez más, ausencia de sana educación.

Al marketing le va muy bien la falta de personalidad y la falta de valores en los adolescentes, ya que pueden ser convertidos más fácilmente en sus víctimas consumistas de los productos dirigidos a la gran masa juvenil. Y uno de los productos que consume dicha masa, cuyos efectos negativos en la sociedad pasa desapercibida, es la música. Nadie sospecharía el poder de influencia que tiene la música en la masa en general –y sobre todo- en la juventud, llegando a constituir un factor directo en la educación. La música moderna –a la espera de definir mejor a qué me refiero como “música moderna”- es tremendamente alienante y es utilizada, ya no sólo como un producto directo de consumo, sino como acompañamiento de publicidad de otros productos que no tienen nada que ver con ella.

Una vez que ya tenemos a la juventud completamente alienada por la falta de criterio propio –que, a su vez, es consecuencia de la mala educación- y que es fácilmente influenciable por las modas creadas “ad hoc” por el marketing, sólo queda que esa juventud sin criterio, y adoctrinada en base al hedonismo consumista, se haga adulta y ocupe los sitios de los medios de comunicación, que son los principales medios de propagación de la publicidad, además de ser unos medios que influyen directamente en la buena o mala educación de la masa. Una vez en los sitios de directores de departamento, de realizadores o guionistas de televisión o radio, dirigirán esos medios en base a sus gustos quitando de en medio la música culta, los buenos valores, y la sana educación, sustituyéndolos por programas –ya no de bajísimo contenido cultural- sino de ética más que dudosa, cuyos presentadores –jóvenes, por supuesto- utilizan un lenguaje, un vestuario y una gesticulación más propios de los barrios bajos. En definitiva, un comportamiento que sería rechazado normalmente en épocas anteriores. De esa forma, se propaga a la gran masa el vocabulario malsonante, la ordinariez, el mal gusto y, por supuesto, la degradación social, la ausencia de cultura y buenos gustos. Ahora ya tenemos a toda una masa alienada. Ya no es sólo la juventud, sino la sociedad en general, quien está a merced de la publicidad y de la estructura consumista.

Hemos cerrado el círculo. Los medios de comunicación, como soportes materiales de la publicidad, han sido tomados por individuos aleccionados para satisfacer y promover las modas consumistas que, a su vez, producirán generaciones de consumidores adoctrinados por la nueva religión.
La dignidad humana está por encima de cualquier dios.
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