Lo primero es que no existe el libre alberío en sentido absoluto, estoy de acuerdo. Eso sería no tener una constitución, sería ser un ser vacío y que por estar vacío y no tener forma, no estaría determinado en ningún sentido, pero esto sería un absurdo de base. El libre albedrío sólo puede existir como algo limitado, como un margen de actuación, entre las cosas que nos determinan, nada más.Bertrand
Para elegir verdaderamente libre tendríamos que conocer todos los factores implicados y razonar todo de manera consciente. Ninguna de estas dos condiciones se cumple. Por tanto, ¿qué elección haces?
Me sorprende que se confunda la posibilidad de que haya o no libre albedrío, con la idea de que haya que conocer todas las consecuencias y todos los factores implicados. Un supuesto sujeto libre, por la definición misma, ha de poder tener un margen de voluntad que supere a las supuestas determinaciones que hubiese para determinar su decisión. Si su decisión no está determinada, el sujeto sería libre, tendría un margen de elección, pese a su genética y la sociedad, etc. Ello no implica en absoluto conocer todos los efectos de sus acciones. Sino que fíjate: supone juzgar con los factores que ya conoce, únicamente con ellos. Si no fuese así, le tapas por ejemplo los ojos y ya no habría un ser libre, esto es absurdo. El libre albedrío no depende de un conocimiento amplio de la situación, sino de juzgar desde la cantidad de conocimiento que uno tiene en ese momento. En el libre albedrío se valora si cada una de sus decisiones está plenamente determinada o no lo está. De otro modo estaríais diciendo que un ser con libre albedrío no puede arriesgarse, y que además no puede tomar decisiones cuando no conoce todos los elementos, y fíjate lo gracioso, que entonces ya no sería libre. Porque estaría determinado a actuar sólo cuando conoce todo, sería un ser miedoso, no un ser libre. Por eso no debemos abandonar el concepto, libre albedrío. Un ser con libre albedrío, pero que no fuese inteligente, o que estuviese loco, podría hacer barbaridades con su supuesto libre albedrío, ya que además las consecuencias ya no entran en la cuestión del libre albedrío. La cuestión en el libre albedrío es la causa de la decisión, si esta decisión es autodeterminada o no. No las consecuencias. Muy fácil: estamos valorando si el ser humano tiene o no libre albedrío, pero el ser humano nunca conoce más que unas pequeñas consecuencias de sus actos. Sea libre o no, esto nos muestra que no es necesario conocer todos los factores implicados, lo sabemos por experiencia.