2) Debatir sobre la naturaleza o sustancia del sujeto es otro debate o tema, en el cual podría decirse a priori que estoy de acuerdo con lo que describes, pues todo sujeto, fuera lo que fuera o sea lo que sea, igualmente es una relación con aquello que se relaciona el sujeto y que como tal forma al sujeto dentro de la Realidad. Pero es que independientemente de este debate, es decir, incluso aceptando incoherencias sobre el debate del sujeto, lo que he presentado es otro debate que no le afecta. Es irrelevante el tema o debate sobre el sujeto para lo que he presentado.
Independientemente del sujeto. Toda decisión se hace o en omnisciencia, lo cual, implica la necesidad de la decisión, no puede haber otra (a no ser que fuera indiferente un resultado que otro y por lo tanto fuera indiferente la decisión); o se hace con algún factor de ignorancia o inconsciencia sobre la toma de la decisión (probabilidad, aleatoriedad).
Toda definición de sujeto como de libre albedrío (que no dejan de ser meras palabras, lo importante son los conceptos o significados, se llamen como se llamen) tiene que tener en cuenta este argumento; independientemente del debate sobre el sujeto que es otro debate.
3) Sí, lo que he presentado es una forma personal de lo que en el fondo presenta los argumentos que expuso Gödel. Lo importante es el argumento, independientemente de las personas.
Si se aceptan incoherencias va a ser imposible el diálogo, el conocimiento, porque lo mismo da el error, la incoherencia o invalidez que el acierto, la coherencia o lo válido.
Toda simulación es una virtualidad de una sustancia, depende de una sustancia, puede que no conozcamos la sustancia, pero lo relevante sería la relación que hubiera entre esa sustancia y su simulación o virtualidad o ilusión que depende o se relaciona con esa sustancia. Esa relación debemos suponer que es cosmológica, coherente, es decir, valga la redundancia, que hay relación. Pues sin cosmos o coherencia entonces es lo mismo que decir que no hay relación, pues sería irrelevante o sinsentido (incoherencia, lo mismo un consistir que cualquier otro consistir en un infinito caos o azar sinsentido o incoherencia).
Y entonces esa relación o cosmos o coherencia o es necesaria o entra dentro de una cierta aleatoriedad limitada dentro de un cosmos que acepta ciertas probabilidades o aleatoriedades; ello para mantener que hay un cosmos, una relevancia, una coherencia, entre lo virtual (ilusorio, simulación, etcétera) y lo sustancial (sea lo que sea lo sustancial).
De hecho la relación entre lo virtual y lo sustancial, implica que cualquiera de los dos es en el fondo igual de sustancial, pues son lo que son en el mismo consistir o relación que tienen entre ellos.
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Y recordar que no he negado que el ente o realidad (ontología) no pudiera ser incoherente, o el par incoherente-coherente, lo que he presentado es que de ser así, entonces la filosofía no tiene sentido, porque la realidad es un sinsentido (sin relación o cosmos o coherencia), en donde la consciencia o conocimiento sería un mero accidente o posible entre infinitos posibles de un azar sin límites, o caos (no cosmos), un sinsentido, un no relato, un sin relación. Si se cree en la incoherencia (irracionalidad, sin sentido, caos, sin relación, irrelevancia entre sucesos) entonces se implica que toda filosofía es un sinsentido, que la realidad es un sinsentido, y que nuestra existencia es un sinsentido.
Sentido significa precisamente que hay una coherencia, una relación, un afecto o afectación entre comportamientos, que hay una interacción, y eso mismo implica que esa relación o relevancia es precisamente por ello mismo o necesaria, única, determinista o como mucho con un azar limitado. Pues si la composición o comportamientos o relación o relevancia o sentido implicara que podría ser entre ellos un infinito de composibles o posibilidades en un azar ilimitado entonces es lo mismo que definir una falta de relación, relevancia, sentido, comportamiento o composición o interacción entre estos aislados sucesos en un caos de aleatoriedades infinitas en donde todo es posible (sin imposibles) y en donde nada tiene sentido.
Creer en la incoherencia es asumir esto de creer entonces en el sinsentido.
Lo curioso es que creer en el sentido implica entonces que la Realidad tiene que ser una necesidad de la que no se puede salir; ya sea la sustancia de la realidad una consciencia, o una espiritualidad o lo que sea que fuera.
Se vea como se vea, otra vez no se puede negar lo que no se puede concebir, porque no hay ni nada que negar.