Pensamiento bilateral - extracto de libro "carpe diem"

Felix
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Pensamiento bilateral - extracto de libro "carpe diem"

Mensaje por Felix »

A estas alturas del pensamiento que se ha venido desarrollando durante cada capítulo, no cabe la menor duda de que hay una única intención que no puede definirse en concreto mientras no se haya generado el cuestionamiento necesario hacia el sistema de comprensiones y entendimientos humanos, que hay algo muy claro dentro de él, y es que aun que el ser humano no sea una especie inservible para la naturaleza, no se ha logrado comprender en ningún medio cual es el lugar que le pertenece por orden biológico, aun que como especie dominante, esta busque su sentido de ser desde los recursos meramente racionales, ciertamente y teniendo en cuenta que ninguno de los puntos de vista que han sido relevantes a lo largo de la historia han tenido la propiedad de ser universales, al menos entendiendo el termino universal en su uso popular que se comprende que es solamente para los limites de la especie, estos puntos de vista llegan a convertirse en referencias para poder encontrar y asirse de un conocimiento que es meramente empírico en cuanto el individuo logra percatarse o al menos creer conocer cuál es su propósito, no obstante esto sucede dentro de la convicción de la especie, ya que muy pocas veces se emprende esta búsqueda con el fin de hacer calzar las características del individuo en un plano natural que logre abarcar una extensión más amplia y menos banal y pertinente al yo, sino más bien esta búsqueda se convierte en un camino condicionado por los entendimientos de la especie, evitando al individuo la concepción de una idea de su propio propósito que este mas allá de los límites que comprenden sus recursos lógicos y por lo general se busca en esta búsqueda calzar lógicamente dentro de un logos que condiciona los actos más naturales del ser humano, como lo pueden ser la reproducción y la preservación de la vida y de la especie, como herramientas que aun que son en apariencia protagonistas de un trayecto de vida trazado previamente como natural, se les saca el provecho secundario que orilla al individuo a tener que forjarse de una forma adecuada para pertenecer al sistema de vida que la especie a adoptado como normal partiendo de lo natural y separándose de ello en el interés adicionado para poder llevar una vida normal dentro de una forma de asociación de intereses múltiples e interconectados en todos los estratos que se llega a definir con el simple termino de sociedad. Como tal es natural que los seres vivos se relacionen y creen pequeñas sociedades, llamando así aun al núcleo familiar en el que se comienzan a desarrollar las diferentes características propias de cualquier especie para luego asirse de una independencia natural que les permita alzando el vuelo insertarse en su propia existencia, contribuyendo con ella a una función natural, sin embargo la función que el ser humano ha pretendido llevar a cabo desde siempre es la de dominar a su entorno, llevándose entre los pies incluso a aquello que es parte del mismo entorno, con sus formas de ejercer la independencia natural con intereses extendidos al egoísmo que representa la función de posesión material que ha desempeñado la facción dominante de la misma especie humana.

Ciertamente no es posible comparar a la humanidad con otras especies, puesto que en función de los estudios llevados a cabo a partir de otros seres vivos, no se ha logrado reconocer alguna facción psicológica que compare a la humanidad, sino solamente con los aspectos que son tácitos en el patrón de llegar a ser de toda especie viva. Esto tomando como referencia solamente a aquello que se ha tomado como conocimiento oficial y por tanto comprobado en el entendimiento de la experiencia que sustenta la existencia de este como información de la realidad. Sin embargo buscar entre medio de las conductas lejanas a la intervención humana una referencia útil para entender las distintas funciones que todas las especies de seres vivos desempeñan, aun sin saber si son o no conscientes de desempeñarlas, pero siendo un hecho de que cumplen con los requisitos de su existencia siempre y cuando no existan intervenciones en el flujo del instinto de cualquier especie de seres vivos que pueda suponerle al individuo la primera pieza para el entendimiento de un sistema de interacciones bio-lógico, en el cual todo parece funcionar correctamente aun que las distintas especies manejen distintas formas de entendimiento individual al cual podría denominársele como lenguaje en términos conceptuales y tomándolo como uno de los muchos ejemplos en los cuales la naturaleza supera a la sociedad al haberse organizado en una forma tan compleja que funciona sin que existan regulaciones voluntarias para una convivencia silvestre y en lados más profundos salvaje que logra con éxito seguir un ciclo de renovación de la vida, reconocido actualmente por los entendimientos humanos, pero imposible de emular para la humanidad y sus múltiples invenciones. Dentro de esta forma salvaje que la naturaleza hace fluir con un éxito rotundo, no existen juicios lógicos que puedan representarle al ser vivo una condición moral que evoque emociones malignas o benignas, que poder maldecir o encomiar, sino que solamente lo que el humano ha llamado resiliencia es en esencia el diario vivir de la naturaleza en una selva. Y tomando como punto de referencia la polaridad de las energías animales que ocurren como consecuencia natural del fluir ininterrumpido de sus instintos, logran apreciarse aspectos a los que si se les puede llamar con propiedad universales, aun solamente en el horizonte de sucesos al que llamamos universo, como lo son los instintos maternos que múltiples estudiosos documentan con asombro en especies de seres vivos que experimentan la vida de una forma salvaje.

Correctamente puede pensarse que el ser humano salió del ciclo de convivencia de la selva en la que algún día cumplió con una función natural, para crear una emulación sintética de ella, generada solamente para una sola especie que se veía dividida geográficamente y que si bien es cierto tuvo el éxito primordial de poder superar el salvajismo (en teoría) en el desarrollo de su propia forma de sociedad aun cuando haya comenzado como tribu, es un bien de la incertidumbre saber que al menos en la mente del ser humano, no solo perfilaban pensamientos de su beneficio mas próximo, puesto que muchas de las civilizaciones antiguas dieron mucha importancia a un aspecto de su propia naturaleza que hoy logramos reconocer con el nombre de espíritu, mas sin embargo antaño este comprendía en la civilización primitiva de las diferentes tribus una prioridad que no debía dejarse de lado para poder organizar a la sociedad que entonces era entendida como tribu. Tomando una geometría común a partir de las distintas clases de civilizaciones que se desarrollaron de forma salvaje en el pasado, puede entenderse que el espíritu era el principal fin a desarrollar en el diseño de un modus vivendi que preparaba al individuo para enfrentar aquellos aspectos salvajes de su propio entorno.

Ciertamente las cosas han cambiado mucho desde aquel entonces en que el espíritu era el propósito principal en el desarrollo del individuo a lo largo de la vida. Habiendo reconocido esto como parte de nuestro pasado es difícil reconocer cuales fueron los aspectos que llevaron al individuo hacia lo que hoy es un desarrollo de vida dirigido simplemente al aspecto material de esta. El individuo actual ya no puede concebir como algo comprensible el fenómeno de poseer un espíritu y enfoca su entendimiento en lo que es más conveniente a proporciones más próximas en la respuesta, tomando ya por sentado cual va a ser el devenir que llevaran a lo largo de la vida sus hijos, tal como lo hicieron con el mismo sus padres, y como se ha venido haciendo quien sabe desde cuando en las generaciones anteriores, haciendo que esta forma de desarrollo de la vida no pueda ser cuestionada, por el simple hecho de que no se conoce otra que convenga más en el entendimiento material que el sujeto actual tiene tan enraizado para su desarrollo a largo plazo. Entendiendo la cronología de vida que debe cumplir un humano exitoso, se sabe que este primero tiene que aprender cual es la lógica en entendimientos dentro de la que funciona su especie, para luego adaptarse durante diez o más años a esta, comprendiendo que en el final de este ciclo el individuo está certificado por la sociedad para ejercer un nivel de productividad estándar, en donde más adelante unos con un poco de suerte podrán decidir si deben o quieren seguir profundizando más en la información que supone la profundidad de las opciones que ha desarrollado la especie a nivel de haberlas diseñado para forjar lo que hoy día se conoce como profesional en una materia específica, que igualmente fue pensada con antelación para contribuir al mantenimiento del gigantesco castillo de arena de la sociedad humana y en algunos casos incluso a su desarrollo, cuando individuos que han logrado alcanzar un nivel de comprensión de sus propios fenómenos de interés lo suficientemente elevado y profundo como para poder extender los límites de comprensión en los que se han especializado, y es aquí donde podemos notar que incluso dentro de funciones meramente materiales, se hayan aspectos propios del correr de la naturaleza en fractales de la misma en los que se logra evidenciar con claridad que la humanidad no ha despegado sus pies del suelo y ha seguido palpando ciegamente al error y al acierto, con tal de no perder la coherencia con la realidad a la que están orillados a obedecer, aunque muchas veces pretendan retarla de formas demás soberbias y hasta inocentes, con la ficción y la fantasía, como expresiones alternativas de la naturaleza del espíritu humano por experimentar algo que esté más allá de su comprensión lógica, de una forma que esta lógica no se tome más que como un mero pasatiempo que no atenta contra la integridad de la ecuación que ha desarrollado para que la sociedad funcione correctamente con los mecanismos que ha diseñado para ello, ya habiendo insertado en algún punto de la historia el sustento lógico para creer que el modus vivendi que esa ecuación propone es correcto e incuestionable, y además… conveniente para el individuo que está en la situación de verse orillado inconscientemente a desarrollarse de la forma que siempre se ha hecho.

Es difícil presentarle a un público indiferenciado otras opciones a las cuales seguir, cuando este ha sido criado en entendimientos que se han hecho desde siempre así, lo cual como consecuencia consigue que la mentalidad del individuo se vea encausada en una sola y única vía por la cual seguir, que tiene a su vez distintas confrontaciones personales ante las que debe decidir aun siguiendo encausado en esa misma vía, elegir entre las opciones que el diseño de su vida le proponen para seguirse desarrollando.

Al final el individuo aun que lograse comprender que su situación no es natural y que además le conviene solamente porque así está diseñado que sea, es una lucha imposible llevarle la contraria a todo un sistema de entendimientos y comprensiones que lleva varios siglos instalándose con un éxito relativo en la humanidad. Y me atrevo a decir que el éxito es relativo por las distintas formas de expresión que la naturaleza espiritual del ser humano ha logrado alcanzar a comprender para su propio cultivo espiritual, alejando el aspecto espiritual natural del ser humano de la idea religiosa y entendiéndolo mas bien como un fenómeno simple que logra hacernos sentir bien con unas cosas y mal con otras, mas sin embargo esta condición bipolar que suponen los bienes emocionales y sentimentales del ser humano en un plano espiritual, son solamente la forma que este verso de mundo en el que estamos sumergidos logro concebir para que la naturaleza lograra fluir a pesar de futuras disociaciones lógicas que en su forma más avanzada comprenden una sola polaridad dinamice para la naturaleza del espíritu humano, mientras que por otra parte la relatividad del éxito en la instalación del sistema de entendimientos humanos, va por cuenta de la naturaleza del espíritu humano y su muy incomprendida oscuridad natural que antaño lograba saciar con un salvajismo natural, que hoy día se ha convertido en una lucha conceptualmente civilizada de propósitos de los más maquiavélicos cuando se trata de manejar al colectivo. Mas sin embargo, como venía diciendo me atrevo a declarar que el éxito de esta sociedad no es total, no tanto así por la gran cantidad de malestares sociales que viene cargando en colectivo y de forma individual, sino por la representación espiritual que en un inconsciente colectivo cargado de negatividad reprimida, han logrado transformar en necesidades del espíritu humano, a las más aberrantes expresiones del morbo que ha saciado esta oscuridad ya en muchos casos corrupta por gusanos y podredumbre de la más insana naturaleza, pero que sin embargo en los más altos estratos del bajo mundo logra vivirse con un éxito tan deliberado al ejercer como conveniencia lógica otras alternativas de vida que están vetadas como ilícitas, mas sin embargo son ya necesidades en la economía mundial y ejercen de una forma deliberada y muchas veces con el horrible éxito de que la conciencia plena de los males que representa su modus vivendi, como es el caso de los narcotraficantes, logra acceder a una altura espiritual superior a la del religioso e incluso a la del individuo común y corriente, de una forma que no puede vérsele inexplicable, pero que se entiende como la maduración del espíritu en el extremo del polo, ya que muchas veces aunque estos individuos que logran representar el malestar vivo de la humanidad en el placer que la hacen experimentar con las drogas, no llegan ni sus familias ni mucho menos ellos mismos a ensuciar sus emociones, sentimientos y espíritus mismos con el producto de lo que sus acciones causan con una conciencia y un cinismo tan deliberados que llegan a representar un ejemplo de vida al estar fuera de los órdenes que suponen el éxito ortodoxo en una alternativa que ha explotado muchas de las necesidades emocionales del ser humano.

Ciertamente estas formas alternativas de vivir fuera de lo que se concibe como licito, son en sí mismas un riesgo que supone el éxito dando como primer paso la supresión de la mentalidad tradicional que la sociedad mantiene como correcta, puesto que de otra forma la mente convertirá la energía negativa proveniente de la percatación que la conciencia individual posee de la realidad y la traducirá bajo un concepto que el espíritu humano conoce muy bien por estar ubicado muy lejos de ella cuando este se desenvuelve en su verdadera naturaleza, que no es otro que el de la maldad en la que la mente envuelta en los entendimientos de la especie, etiquetara por la falta de comprensión acerca de las emociones y sentimientos que su propio espíritu necesita sentir para ser pleno. Y compréndase que esto no es una invitación deliberada ni mucho menos una insinuación hipócrita para vivir en el delito, sino más bien una forma de comprensión de la fenomenología en la que el espíritu humano se desenvuelve dentro de esta realidad, puesto que como mencione anteriormente, antaño estas necesidades espirituales se veían confrontadas con la justificación de la vida salvaje en la que se estaba orillado a vivir, que comprendiendo un poco las formas de peligro que esta representaba, también se puede lograr comprender que se requería de un gran valor para vivir exitosamente de esta forma salvaje que antaño experimentaron nuestros ancestros, y este valor era la pieza fundamental para transmutar la energía negativa de una muerte en un valorización fundamentalmente cruda de la vida, puesto que al vivir de forma salvaje, el ejercicio de la cacería y la guerra eran una necesidad que los pueblos indígenas de todo el mundo vivenciaban como una experiencia espiritual por el conocimiento que comprendía que ese ser vivo al cual le quitaban la vida también poseía un espíritu de funciones naturales dentro del mundo que ni siquiera pensaban en limitar con entendimientos, más sin embargo lograron comprender más allá de lo que sus límites más próximos les proponían, con una forma de sabiduría proveniente del mundo espiritual con el que tenían una estrecha relación desde todos los puntos clave que ejercían como ejes angulares de sus propias sociedades. Y como dije anteriormente estas emociones pueden experimentarse de forma exitosa sin necesidad de verse inmerso en el delito, en formas de expresión cultural como la escritura, deportes como la esgrima, el patinaje, artes marciales y de guerra como el kung-fu y artes marciales, pero ciertamente la sociedad no dará paso a que el ser humano se desarrolle espiritualmente de manera exitosa a no ser que el medio para que esto suceda les beneficie, como lo puede ser el ejercicio de una carrera militar en lo más estricto y alejado de su doctrina.

Ciertamente esta clase de emociones que exige el espíritu humano a veces de forma implícita y subconsciente han sido tachadas y etiquetadas como poco beneficiosas para el individuo, quien solo logra experimentarlas cuando esta orillado a ello en situaciones que suponen furia, tristeza, etc., para el individuo y ciertamente no puede culpársele al ser humano por rechazar formas de emoción cuya expresión y experimentación les representa conflictos tanto internos como externos, por lo cual es lógico que la mente del individuo etiquete en la emociones que no desea experimentar a todas aquellas que no le hacen sentir lo que puede llamarse en términos lógicos, bien, sin embargo es igualmente un bien conocido por los estudiosos de la materia que reprimir estas emociones tampoco es sano, ya que se llegan a desarrollar malestares inconscientes que llegan a ser gracias a la concentración tan elevada de emociones reprimidas que se llegan a aglomerar en la psique del individuo. Pero ante esta disyuntiva que no parece tener salida en el sentido del bien sentir, debe entenderse que como seres humanos de naturaleza psicológica debimos haber sido educados previamente para vivir estas emociones con una aceptación de ellas que lograra que pudiéramos expresarlas de forma exitosa, entendiendo con esto último que sí o no pudieran afectar a nuestros semejantes, lo cual sería un gaje de la naturaleza teniendo en cuenta que una vez educados para saber experimentar emociones como la ira y además nutrirse de ella para poder encontrar un valor intrínseco para enfrentar la misma, suponen un método de experiencia para estas emociones que invita al individuo a encausarlas hacia exteriores que no representen necesariamente conflicto, aunque la experiencia del conflicto sea un ejercicio relativamente natural en una forma supuesta como más avanzada de aquel antiguo arte de la vida salvaje. Ciertamente puedo testificar con éxito acerca de cuál ha sido mi experiencia al vivir de la forma que la sociedad supone correcta dentro de un estándar de modales, valorizaciones y entendimientos que le dan un encause lógico a las emociones para ser reguladas de una forma estructurada mentalmente, en lo cual también puedo dar fe que estas formas de regular las emociones personales, aun que puedan tener éxito en un sentido social, en un sentido personal suponen disociar la personalidad del yo individual, enviando hacia ese yo todas aquellas emociones que juicios que no pueden ser sustentados lógicamente logran despertar al evidenciar que estas regulaciones no son universalmente funcionales en la realidad dinamice, ya que aun que un individuo pretenda abordar con educación, buenos modales y buenos sentimientos la realidad, es un bien muy reconocido que tarde o temprano se topara con la confrontación de sus propias emociones en vivencias diseñadas por su propio inconsciente en conjugación con la realidad para poder desarrollar un carácter emocional firme frente a situaciones que le signifiquen confrontar las emociones negativas que aun condenadas a verse como “malas” y fuera del orden educacional propuesto por la sociedad, siempre llegan a manifestarse en individuos que no se sabe si tuvieron suerte o infortunio al tener una menor educación modélica que los llevase a ser en cierta forma más libres de expresar emociones negativas que los que no estamos acostumbrados a liberar con tanta facilidad llegamos a sentirlas con mucho impacto en la impresión que le supone a nuestra mente un acto de mala educación cuando alguien aun sin sentimientos negativos, parece tener un lenguaje insultante que como individuos supuestamente educados, logramos ejercer solamente cuando sentimos la confianza necesaria para ello o bien cuando sentimos la necesidad de expresar negatividad en vocablos que se suponen a sí mismos como altisonantes en sentidos peyorativos que se emiten al aire o quien esté cerca con una carga emocional que yacía reprimida y tuvo la oportunidad de exteriorizarse con palabras que conceptualizamos como malas, siendo realmente esta carga emocional lo que logra insultar y no el concepto utilizado, entendiendo el fenómeno que aunque su expresión no represente necesariamente satisfacción, si logran funcionar de una forma desahogarte para quien esta supuesto en su propia mente como un individuo educado, por lo cual es un bien entendido que hacer lo que se cree es malo, es un acto de liberación emocional para quien a conceptualizado como malos estos actos en su propia forma de entenderlo nebulosamente. Mientras que por otra parte aquellos que se han visto inmersos en un modus vivendi en el cual las palabras altisonantes, las emociones fuertes, la confrontación de conflictos, pueden parecer en cierta forma lo que la sociedad define como mala educación, aunque la familiarización con esta clase de emociones les represente en si una naturalidad intrínseca en el desenvolvimiento dentro de las mismas y sea algo muy usual que el uso de palabras altisonantes como parte del habla cotidiana de un individuo de esta índole, estén faltas de emociones negativas y solo represente una forma incomprendida del concepto que en estos casos es un insulto solo en términos lógicos ya que en el rubro emocional no logran ofender siendo que no poseen una carga emocional que le pueda significar a alguien una ofensa, que es lo que en verdad representan las palabras soeces para un individuo con educación, lo cual es una idea muy alejada de la fenomenología sana o el uso correcto de palabras que la sociedad supone como un acto incorrecto utilizar.

Hasta este momento puede que no me haya dado a entender del todo por el nivel de desorganización que representa mi pensamiento al dejarle fluir de forma natural, sin embargo intentando estructurar un poco esta información y esperando que se haya entendido por lo menos una idea de lo que en realidad representan las diferentes clases de educación o falta de ella en las emociones personales, voy a intentar sintetizar la idea de esto al remitirme a decir que los individuos que carecieron de regulaciones modulares, es decir, educación y modales están más expuestos a ser educados por la naturaleza dentro de la biología de una sociedad que todavía puede llamársele salvaje, y por dicha exposición a esa naturaleza, pueden contemplar como naturales las emociones negativas a las que se ven expuestos como gaje del día a día, mientras que por otra parte los individuos que logramos suponernos a nosotros mismos como educados redirigimos todas esas emociones que se presentan por naturaleza en la convivencia humana, hacia el inconsciente individual y derivan en una serie de malestares y juicios que regulan la conexión emocional que se posee con otros individuos de forma familiar o bien potencial en las que podrían llegar a ser grandes amistades. Ciertamente no puedo asegurar que solo existan estas dos clases de individuos, dicotomizando la idea en educados y no tan educados, ya que la realidad es más variable y no establece un límite definido para entender los principios y finales de cada una de estas dos clasificaciones, sin embargo la idea no es la clasificación en que se encuentre, sino la dinámica que discurre como natural en cada una de ellas, siendo que en la que supone menos intervención voluntaria y lógica, aunque no posea la mejor de las apariencias a los ojos conceptuales del bien y el mal, si es algo obvio saber que poseen un potencial mucho más amplio para lograr la madurez emocional estando expuestos a las emociones no reguladas de una selva de concreto, lo que para un individuo cuya infancia fue regulada por la educación por creer que este es el método correcto de crianza en el cual encaminar a los hijos lejos de la realidad salvaje que representa un porcentaje mucho más elevado de extensión, puesto que esta extensión llega y se cuela en el subconsciente del individuo con educación regulatoria, que tarde o temprano aunque no salga directamente al exterior salvaje de la sociedad, se verá indirectamente asociado con este y no podrá evitarlo toda la vida, ni mucho menos por generaciones completas como las elites oficiales de los países en función de estirpes han logrado con un relativo éxito hacer funcionar en sus propios ámbitos. Como tal las emociones positivas representan por una parte un enriquecimiento del espíritu que llega a elevar la conciencia hasta niveles de comprensión sentimental en la que muy pocos individuos han nacido con la nobleza natural en sus espíritus que no los aleja de las emociones negativas, sino que les encuentra un método de ejercerlas que no representa necesariamente un conflicto caótico y salvaje, sino más bien una forma de confrontación directa con otros espíritus a la cual se le suele llamar asertividad en términos conceptuales, no obstante esta clase de nobleza es un porcentaje muy pequeño aun que también sea parte de la naturaleza del espíritu humano, sin embargo sin alejarme de la realidad, el individuo común se apega más a las emociones positivas por el simple hecho de que le hacen sentir bien, mientras que por otras parte los padres y madres de hacía ya un par de siglos decidieron dirigir sus propias formas de educar a sus hijos basados en las formas regulatorias de evitar las emociones bajas o negativas porque en ellas es donde se corre con mayor peligro el riesgo de verse corroído por el fenómeno de la corrupción del espíritu, y aun que no se crea mucho de cada polo en sentido de emociones puede llevar de una u otra forma a distintas formas de corrupción, aunque por estar en el suelo suelen ser más palpables las negativas que representan a todas las conceptualizadas como bajezas morales en un sentido crítico que le supone al individuo educado que todos los padres de la época buscan que seamos, romper con los esquemas de lo que creíamos correcto, o bien transgredir las regulaciones que ya entendíamos como correctas en nuestro pleno crecimiento para disfrutar de placeres que se le adjuntaron con mayor causa a la pobreza que no posee maneras discursivas de defenderse frente a los que han sido educados con fines mayores a los de la convivencia sana, refiriéndome a las elites nacionales de todo lugar que han construido sobre la selva en la que los pobres estamos orillados a vivir, tomando a esas elites inconscientemente como una referencia hacia cuales son nuestras metas a largo plazo y ciertamente introducirse en la fenomenología social de estas dos clases de modus vivendi es un asunto que supone una complejidad mayor a la que yo puedo manejar actualmente, sin embargo sin haberme alejado mucho de la orilla, retomo el tema haciendo alusión a que quien no se ve orillado a vivir las emociones negativas en su proceso de madurez, ciertamente corre el riesgo de enviar hacia la facción inconsciente de su propia psique toda esa energía como una latente potencia, cuyos aspectos subconscientes en el individuo propondrán a lo largo del desarrollo y de la vida formas alternativas de expresión de estas emociones, y muchas veces denuncias que este mismo subconsciente espera que sean evidentes para el individuo, en dinámicas como aquel típico caso en el que el individuo pide calma de una forma alterada, siendo esta situación no más que una forma simbólica del subconsciente por hacernos saber que el inconsciente y la conciencia misma necesitan con urgencia calma dentro del individuo.

Aun todos estos gajes que supone la sociedad para evitar la exposición del individuo a emociones negativas, llegan a ser detalles pequeños que la naturaleza se lleva entre los pies cuando surgen fenómenos sociales que la conciencia colectiva en su inmensa tensión toma como opciones para la expresión de energías contenidas en ella, en formas de emanar energía como lo son deportes, artes marciales como ya mencionaba antes y desde hace muchos años drogas. Sin embargo este talento innato que posee el ser humano al ejercer su intelecto para regularlo todo, tiende a desconsiderar la experiencia como principal fuente de información a partir de la cual tomar decisiones y consideraciones que den resultados positivos a los cálculos que se desarrollan cuando se pretende sanear un colectivo desde frentes políticos, y con poca certeza se puede asegurar cuales serán los resultados de todos los planes que desarrollan los gobiernos que aun que no puedan evitar la experimentación de emociones negativas, logran crear estructuras modélicas que las reprimen por etiqueta y que son expresadas con muchas astucia al usar la ironía y el sarcasmo como armas insinuadoras de insultos que no pueden ser atrapados con las manos, sino meramente con la conciencia, por lo que en este ámbito, o bien llamado estructura emocional creada por las elites para convivir sanamente, es muy difícil calcular cuales van a ser los resultados de intensiones que se planean a grandes rasgos para la población que vive de una forma salvaje estas emociones y por lo tanto esta forma salvaje que es una mezcla inmaterial de energías que no pueden ser calculadas con éxito, terminan por dar resultados no esperados para quienes pretenden regularles, ya que no se tiene conocimiento de que si se reprimen estas emociones, el inconsciente humano las manifestara como malestares sociales tarde o temprano y esto último que puede resultar para diferentes criterios muy controversial, es en sí un hecho que todo aquel que pueda conocer la dinámica que la psicología humana discurre en la naturaleza sin intervenciones, podrá contemplar como un hecho que muchos de los malestares sociales que hoy día se viven son consecuencia de masas de emoción y energía negativa que no pudieron ser abordadas con asertividad y terminaron por condenarse al inconsciente del colectivo en expresiones que solamente funcionan en función de su propia polaridad.
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