Caba escribió:En cuanto a Gandhi llevó a cabo una revolución con una firme oposición a los británicos, pero sin violencia. Y demostró ser muy efectiva. Para nada miraba a otro lado.
Me parece bueno que este mensaje que te envío ahora sea (relativamente) breve y limitado a Gandhi.
Gandhi ya en vida, y luego los gandhistas, han sido eficaces en hacer propaganda y dar buena imagen pública del
Mahatma (alma grande) Gandhi. Los políticos y los picapleitos (Gandhi era ambas cosas) son hábiles en esto. Su asesinato por un terrorista nacionalista hindú facilitó la deificación del Mahatma.
Sin embargo, el invento sólo se sustenta cuando se da una información muy sesgada sobre Gandhi, que oculta hechos de gran importancia sobre él. Como no soy gandhista (tampoco antigandhista) incidiré en los más significativos para nuestro asunto. Recuerda que soy orientalista, y que los especialistas en filosofìa oriental estamos, en principio, bien informados sobre el Mahatma Gandhi.
Gandhi fue, durante muchos años y hasta su muerte, un agente doble y un colaboracionista más o menos rebelde de los ingleses en la India. En este sentido, corría con la liebre y cazaba con la jauría. No era ningún pacifista por principio; y ahí está, por ejemplo, su campaña durante la Primera Guerra Mundial a favor del alistamiento, megáfono en mano y recorriendo la India en camioneta, para que sus compatriotas se alistasen en el ejército inglés y luchasen contra los alemanes. Dado que esto le sienta a un pacifista como a un santo dos pistolas, nunca mejor dicho, los gandhistas guardan silencio sobre el tema; como guardan silencio sobre que antes, en Sudáfrica, también animó a los indios residentes en Sudáfrica a tomar parte a favor de los ingleses en la guerra anglo-bóer o anglo-bur, bien correctamente pronunciado esto último.
Sigue la cosa. Un poco más tarde, ya que era un agente doble y también tenía que satisfacer a los nacionalistas indios en su búsqueda de la independencia, se hizo amigo de Mussolini, ya como líder fascista entronizado en Italia, y fue a visitarlo a Roma en 1931. También estaba en buenas relaciones con el nacionalsocialismo, escribía cartas a Hitler y se refería a él como a
su querido amigo. Naturalmente, el Mahatma Gandhi ya sabía, en líneas generales, qué eran el nacionalsocialismo y el fascismo. Pero en ese momento ambos regímenes atacaban a Inglaterra, y aplicó el viejo y cínico lema político de que
los enemigos de mis enemigos son mis amigos. De nuevo, información que los gandhistas no pueden destruir, pues es históricamente pública, mas que silencian tendenciosamente.
Lo cierto históricamente es que, frente al bulo gandhista de que la independencia de la India se debe a Gandhi, a mediados del siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial, la correlación militar y política de fuerzas entre la India y la exhausta Inglaterra después de su esfuerzo posbélico impedía a los ingleses mantener su control militar del territorio; salvo tal vez, temporalmente, en tres o cuatro ciudades grandes. En el inmenso país indostánico, los ingleses no tenían el apoyo de más del uno por ciento de la población; y el movimiento nacionalista más organizado, el Partido del Congreso (al que, de hecho, también pertenecía nuestro Mahatma) había organizado un ejército de resistencia dispuesto a la lucha frontal con los ingleses. La República Popular China y la Rusia Soviética ya habían hecho saber, discreta pero claramente, que en caso de guerra abierta de Inglaterra contra la India, armarían al ejército del Partido del Congreso.
Así que los ingleses sabían ya, tras la Segunda Guerra Mundial, que no podrían mantener su colonia india. La retirada tenía entonces dos opciones: o pactar con agentes dobles, moderados y colaboracionistas como el propio Gandhi... o exponerse a una independencia
por las bravas, fuertemente influida por tendencias antioccidentales o marxistas, como ya estaba ocurriendo en Indonesia y en la China de Mao.
Naturalmente que, con su típico pragmatismo, los ingleses decidieron evitar una guerra perdida de antemano y pactaron la independencia con Gandhi y con otros moderados. Mas la independencia ya se iba a producir. Con Gandhi, sin Gandhi o contra Gandhi. Los gandhistas fueron una parte importante del proceso independentista, pero nunca su principal fuerza motora. Y la lucha armada india contra los británicos jugó un papel fundamental en la pérdida de la más querida colonia inglesa,
la perla de la Corona, según la poética expresión usada por los propios colonizadores e invasores ingleses.
Gandhi prefirió usar tácticas que cansaran al invasor sin enfrentamiento militar directo; enfrentamiento que dejó, lógicamente, a los perjudicados más directos por el colonialismo en su país. Criticándolos formalmente y en la realidad aprovechándose a fondo de ellos, de esos combatientes. Éste era, propiamente hablando, el
pacifismo político de Gandhi. Razón por la cual muchos de sus paisanos, poco o nada influidos por el gandhismo pacifista internacional como multinacional ideológica, vieron lo que había y lo acusaron de hipócrita y traidor, en vida de Gandhi y hoy también. Es muy diferente oír hablar de alguien lejano que saber de él, en concreto, en el propio país donde ese personaje actúa, a la vista de todos los interesados. En el segundo caso, solamente es engañado quien quiera ser engañado. Por eso el juicio sobre Gandhi en la India es mucho más desfavorable (en general) que fuera de la India. Y en el Paquistán o en Bangladés (zonas musulmanas del antiguo Dominio Indio Británico) todavía está peor visto. No solamente manejo fuentes en inglés, sino también en hindí, guyaratí, bengalí, urdú, telugú, tamil, etcétera.
Espera, Caba... no he terminado todavía. Ahora viene un aspecto muy diferente de Gandhi. Y un aspecto más directamente relacionado con la discusión que ambos estamos manteniendo aquí.
Gandhi se ocupó expresamente del problema de la superpoblación en su país, la India. Y acabó mirando para otro lado en el serio asunto.
El Mahatma Gandhi, hombre inteligente, sabía que la superpoblación era un problemón en la India. Y reconoció abiertamente la necesidad del control poblacional indio. Incluso, según dice, durante largo tiempo planeó la suspensión de la procreación en su país. Mas acabó condenando todo medio mecánico o químico (es decir, eficaz) de contracepción, fiándolo todo al autocontrol casto (¿?). También dijo en el 1925 que, sin reducción de la natalidad y con adecuadas medidas socioeconómicas, la India podría perfectamente duplicar su población. Eso, por desgracia, se realizó con creces en la India desde el año 1925 hasta hoy. La población india en el 1925 era de unos 276 millones, y hoy en el año 2022 es de unos 1400 millones; siete veces más, aproximadamente. Los cálculos resultan imprecisos, sobre todo en zonas rurales.
Cordialmente, de Alexandre Xavier Casanova Domingo, correo electrónico trigrupo @ yahoo . es (trigrupo arroba yahoo punto es). La imagen del avatar gráfico es una fotografía que me identifica realmente, no retocada, tomada en septiembre del año 2017.