La cara y la cruz de toda democracia.
Saludos a todos.
Éste va a ser mi primer mensaje de fondo en este clube regulado.
De modo inmediato, este mensaje es una respuesta a las observaciones y la defensa de la democracia por parte de Gaav en otro lugar de este foro. Citaré pues a Gaav; pero, de todos modos, voy a dar una visión general del asunto, más allá de la controversia con Gaav.
Gaav escribió:Alexandre Xavier escribió:
Llegados aquí, el problema va a ser el típico problema que tenéis los demócratas. Por un lado, en cuanto los antidemócratas libertarios os buscamos las cosquillas, acabáis reconociendo que no es lícito someter todo a votación, ni decidir barbaridades por votación. Por otro lado, insistís (no puede ser de otra manera) en el carácter de toma de resoluciones por mayoría de votos, y en la obligación de la minoría de acatar las decisiones tomadas por mayoría de votos.
Esto es cierto, pero, ¿por qué os molesta? ¿De dónde viene la preocupación de las minorías cuando vuestra propuesta es derechamente antidemocrática?
Ojo que no apelo a falacia alguna, solo quiero recalcar que el cuestionamiento sobre las minorías debiera ir enfocado hacia la búsqueda de una opción donde las minorías no sean excluidas, pero si la crítica va enfocada a un sistema "no democrático", entonces no hay sentido alguno.
Es como criticar a la derecha por no ser lo suficientemente conservadora siendo uno progresista.
A este punto, ¿cuál es vuestra solución frente a las minorías? ¿Hacerlas mayorías?
No me queda otra opción. Es decir, que las minorías pasen de un "X<50%" a un "X<99%", o sea, eliminando la democracia misma.
Pero tu propuesta no elimina el conflicto fundamental, solo lo exagera, por lo cual el problema NO PUEDE SER ELIMINADO EN TANTO COMO SOCIEDAD ESTAMOS DESTINADOS A TENER OPINIONES DIFERENTES.
Alexandre Xavier escribió:
A continuación, cogidos como estáis, empezáis a echar balones fuera para salvar los muebles. Por ejemplo, como en tu caso, alegas que la democracia falla en controlar a sus representantes, y que sin tal control no hay verdadera democracia.
No Alexandre, no.
Lo que yo he dicho es que la ausencia de control es solo 1 de los tantos problemas, pero si nos enfocamos solo a las atrocidades que podría cometer la mayoría te he dicho algo tajante: DERECHOS FUNDAMENTALES.
Un derecho fundamental es la base de todo sistema, y sobre el cual no puede haber transgresión alguna. Todos los sistemas históricos se han basado sobre los mismos, porque en sí estos dan coherencia al sistema mismo.
Una democracia para que sea real debe fundarse sobre la libertad e igualdad real, si no es así, entonces no puede existir un sistema democrático. Por eso ni Chile, ni Suiza, ni Cuba, ni ningún país en este plantea es democrático.
Ya desde los años de Rousseau el debate ilustrado tenía en consideración los efectos negativos y nocivos de la desigualdad sobre la democracia, o sobre el sistema que así se podría llamar, y tenían la razón.
Por lo tanto, si digo que una democracia real requiere libertad e igualdad, entonces la democracia real no puede ir en su contra. Es lo mismo que asumir en la actualidad volver al esclavismo, ¿alguien realmente cuerdo lo ve posible, necesario o positivo? ¿No verdad?
Entonces es virtualmente imposible que una democracia permita que una mayoría aplaste a una minoría, porque eso va en contra de sus mismos principios.
Alexandre Xavier escribió:
Lo cierto, sin embargo, es que ningún sistema de representación puede ser completamente transparente. Y hay sistemas mejores que otros sistemas en este sentido, sí. Ahora bien, todos estos sistemas tienen cierto grado de control real. Por eso nunca se puede soltar que la antidemocrática regla del cinco por ciento para tener representación política electiva en Alemania, o la plutocracia bipartidista en los Estados Unidos, hacen que el control popular sobre el gobierno en Alemania o los Estados Unidos sea tan pequeño como en la China o en la Arabia Saudí, por ejemplo.
Exacto, la clave está en "ningún sistema de representación puede ser completamente transparente".
Y es justamente lo que ocurre hoy en día.
Pero entonces, ¿por qué existen?
Porque son útiles. Los sistemas democráticos liberales son en realidad sistema de representación elitista que representan solo a una única clase social, la minoritaria.
En consecuencia la respuesta está dada. Estos sistemas existen porque son útiles a la estructura presente, la capitalista. Hans Kelsen hablaba de la parlamentarización de la sociedad,
Entonces si la lógica es [Capitalismo - Clase capitalista - Sistema liberal representativo], lo que debes de ver es que en este sistema es clave la "no transparencia", porque si hubiera transparencia la alienación no terminaría de cuajarse, y esto es clave.
Es clave que la sociedad asuma como paradigma "democracia = votaciones = representación", porque así se elimina cualquier atisbo de idea revolucionaria diluyendo en el acto aspectos claves como la explotación y la acumulación capitalista.
Esto tiene que funcionar así porque de lo contrario el sistema no sería sostenible. La misma crítica cabe para los sistemas unipartidistas en Cuba o la URSS, por cierto.
Pero entonces cuando hablamos que la democracia real es [Control social sobre los medios de producción - Parlamentarización de la sociedad] estoy diciendo que la transparencia debe ser total para que funcione.
¿Por qué los políticos ocultan la verdad en muchos aspectos y momentos? Porque no es conveniente hacer lo contrario. Pero en este sentido estamos en una situación absolutamente a la inversa, entonces ahora sería inconveniente ocultar la verdad.
Esta inconveniencia viene dada porque si los medios de producción son de propiedad social, entonces todas las decisiones, desde las más simples a nivel de ayuntamiento, hasta las más profundas vienen dadas desde la sociedad misma.
Alexandre Xavier escribió:
Me refiero al secreto fiscal y demás medidas que configuran a Suiza como un paraíso fiscal.
¿Y por qué existen "paraísos fiscales"? (Me refiero a todos, en general)
Porque la economía actualmente los necesita, ya que operan como una válvula de escape a tantas fortunas ansiosas -muchas de la mafia, hay que decirlo- como forma segura de atesoramiento.
Un paraíso fiscal entonces solo puede existir en un escenario interestatal con impuestos y controles. No tendría sentido en un sistema diferente, ni desde luego en uno basado en la democracia real.
El texto de Gaav merece, evidentemente, muchas reflexiones importantes, ya que es un texto interesante, bien trabado.
Aquí, en este mensaje, me limitaré empero al asunto central... ese asunto sobre el que Gaav y (casi todos) los demócratas devanean una y otra vez, sin darle una respuesta clara y definitiva.
Por eso es modélico el texto de Gaav, al mostrar esta ambigüedad constitutiva de la democracia, no solamente de la seudodemocracia francesa, estadounidense, chilena, japonesa, española o sudafricana, sino de toda democracia posible.
Por un lado, Gaav reconoce abiertamente que no hay democracia sin predominio de las decisiones tomadas por mayoría de votos.
Pero, por otro, Gaav dice que, más allá de la mayoría de votos, la democracia se legitima porque abre la participación política
a todos, no solamente a la mayoría. Y, siempre según Gaav y demás partidarios de la
democracia avanzada o verdadera, hay tales prerrequisitos de libertad, igualdad y derechos fundamentales en la auténtica democracia, que en ella la mayoría nunca oprimirá a la minoría. Así que, en las propias palabras de Gaav (y de muchísimos demócratas que, como él, van de buenos)
es virtualmente imposible que una democracia permita que una mayoría aplaste a una minoría, porque eso va en contra de sus mismos principios.
A lo cual respondo resueltamente, en la teoría y en la práctica.
¡Y un jamón!
Ya en la teoría, porque el mismo predominio de las mayorías sobre las minorías en la democracia, principio reconocido finalmente por Gaav (aunque sea a regañadientes) hace que esos pomposos principios de libertad, igualdad y derechos fundamentales... los tenga que establecer siempre, en caso de conflicto, la mayoría. Y si la mayoría declara que sus abusos o crímenes son libertad, igualdad y derechos fundamentales,
habrá que obedecer a la execrable mayoría. Dentro de la democracia misma no cabe otra salida. Bueno, en teoría sí que hay una: protestar. Eso sí, mientras se protesta, se vive con un sueldo de asco, o se padece una condena de treinta años de prisión por un crimen que nunca cometió el acusado y condenado.
Y, ya en la práctica, pondré para simplificar una ominosa propuesta democrática del propio Gaav.
Gaav es militarista, y por eso quiere establecer la mili donde no existió nunca, reestablecerla allí donde se quitó, y conservarla allí donde la hay. En España y otros territorios de lengua castellana se llama
mili, popularmente, al servicio militar obligatorio.
Bueno: pues aunque, precisamente, Gaav pone por los cuernos de la luna a la libertad y la igualdad, la mili que tanto le gusta es ni más ni menos que
la vuelta a la esclavitud. Quienes hemos hecho lo que hemos podido por abolir la mili en España, hasta conseguirlo, sabemos que tal conquista social es precaria. Es reversible. Por eso hay que estar vigilantes para mantenerla.
¿En qué coinciden el partido político Vox desde una ideología política cercana al franquismo y al fascismo, y el marxista revolucionario Gaav?
En que ambos quieren reimplantar la mili en España.
La mili, en toda tierra de garbanzos, es trabajar gratis bajo amenaza de cárcel u otras penas. Lo mismo que le pasaba a cualquier esclavo negro en los Estados Unidos bajo el poder de su patrón, el negrero. Y, claro, en general las mujeres, los ricos, los poderosos, no hacen la mili. Al quebrantamiento de la libertad y de los derechos fundamentales sumemos, pues, el quebrantamiento de la igualdad.
La siniestra propuesta de Gaav es muy posible en cualquier democracia. Supongo que Gaav seguirá con su empeño de meternos en los cuarteles a todos los que hemos eludido la mili. ¿O me libraré por ir ya un poco canoso, de hecho con canas desde los veintidós años?
Lo que digo de fondo es lo siguiente.
La democracia, de modo muy limitado y fundamentalmente para evitar la perpetuación de tiranos en el poder porque se juegan perder el cargo periódicamente en las elecciones si son muy estúpidos o muy criminales, tiene su relativa validez en el bajo estado de conciencia del hombre medio actual; lo admito.
Ahora bien, su validez no está, no puede estar, en la propia democracia. Por eso se produjo la involución a dictadura en la antigua Atenas, o en la Alemania nazi, desde ciertas estructuras democráticas. Sin principios suprademocráticos la democracia tiende a degenerar en oligarquía, plutocracia, dictadura y tiranía, como se ve hoy también en Venezuela. Lo mismo, aunque en un ámbito bastante distinto, vale para los mercados. Sin reglas y principios que van más allá de la oferta y la demanda, el mercado
se suicida en oligopolios y monopolios.
Y si queremos que la democracia se mantenta, hay que reconocer la validez de principios suprademocráticos, lo cual implica,
formalmente, el rechazo unánime de poner a votación tales principios. Poner, pues, límites a la propia democracia, por mucho que esto sulfure a Gaav y a quienes, como él, son demócratas que pretenden reimplantar en España la esclavitud estatal, o sea la mili. Porque no hay ley válida que me pueda obligar a trabajar a la fuerza ¡y gratis! ¡Y, además, en una actividad, la mili, que es una preparación para uno de los dos mayores males de la sociedad: la guerra! ¿Cuál es el otro gran mal de la sociedad? ¡Los abogados!
Podemos llamarlos principios
suprademocráticos o, más técnicamente, principios
supramayoritarios. En fin, seguro que ya me habéis entendido. Hay cosas que están mucho más alto, eternamente más alto, que la voluntad efímera o duradera de las mayorías.
Repito como libertario, y termino este mensaje.
¡Liberad al hombre de los hombres!
Cordialmente, de Alexandre Xavier Casanova Domingo, correo electrónico trigrupo @ yahoo . es (trigrupo arroba yahoo punto es). La imagen del avatar gráfico es una fotografía que me identifica realmente, no retocada, tomada en septiembre del año 2017.