2. La existencia de leyes naturales: en el mundo no existen leyes, las leyes que el científico cree descubrir son invenciones humanas; no existen regularidades en el mundo, no hay leyes de la Naturaleza. Si entendemos por leyes de la naturaleza supuestos comportamientos regulares de las cosas, Nietzsche rechazará la existencia de dichos supuestos comportamientos regulares y necesarios: ¿por qué las cosas iban a comportarse regularmente?, ¿en virtud de qué necesidad? Siguiendo un planteamiento ya conocido en la historia de la filosofía, el planteamiento de Hume, Nietzsche considera que las relaciones entre las cosas no son necesarias (para emplear un término clásico, son contingentes), son así pero perfectamente podrían ser de otro modo. Las cosas se comportarían siguiendo leyes o necesariamente si hubiese un ser (NOTA MÍA: Ser o Principio Inteligente-Voluntario, da igual) que les obligase a ello (Dios), pero Dios no existe; las leyes y la supuesta necesidad de las cosas son invenciones de los científicos. Si creemos en las leyes naturales es porque nos interesa creerlo, no porque realmente existan; el orden en el mundo es una creencia infundada, nosotros creemos en ese orden para hacer más soportable la existencia, para sentirnos más cómodos ante el entorno hostil. “Las cosas no se comportan regularmente conforme a una regla; no hay cosas (se trata de una ficción); tampoco se comportan bajo necesidad. En este mundo no se obedece; pues el ser algo tal cual es, de tal fuerza, de tal debilidad, no es el resultado de obediencia, regla ni necesidad” (“La voluntad de poder”).
En efecto. Sólo es posible descartar la idea de Dios si se descartan las nociones de: Ley, Ordenamiento, Causa, etc. Sino, nunca se destruye a Dios por completo, éste queda, pero escondido o simplemente pasado por alto. Así como cuando decimos: "Vemos con los ojos" Pero en realidad pasamos por alto que es: "Vemos con la mente,
a través de los ojos". Nietzsche también ataca al mecanicismo, cuya raíz es directamente la creencia en ordenamientos, y para creer en un ordenamiento, se debe necesariamente creer en algún tipo de
inteligencia ordenadora, de ahí a "Dios" hay sólo un paso. Sólo puede aniquilarse a Dios, aniquilando la noción de orden, ley, causa, efecto, etc. Pero lo terrible es que la ciencia sólo es posible gracias a éstas ideas...
3. La validez del ejercicio de la razón: en este punto la crítica a la ciencia se incluye en la crítica más general de toda actitud (incluida la filosófica) que considera a la razón como el instrumento legítimo para el conocimiento. La razón no se puede justificar a sí misma: ¿por qué creer en ella?; la razón es una dimensión de la vida humana, aparece de forma tardía en el mundo y muy probablemente, dice Nietzsche, desaparecerá del Universo (NOTA MÍA: Nietzsche supone que sería plausible pensar que la razón pueda desaparecer y ser reemplazada por instintos más perfectos, acorde a la teoría darwinista); y nada habrá cambiado con dicha desaparición. Junto con la razón, en el hombre encontramos otras dimensiones básicas (la imaginación, la capacidad de apreciación estética, los sentimientos, el instinto,...) y todas ellas pueden mover nuestro juicio, todas ellas son capaces de motivar nuestras creencias. La razón no es mejor que otros medios para alcanzar un conocimiento de la realidad (en todo caso es peor puesto que el mundo no es racional). La ciencia se equivoca al destacar exageradamente la importancia de la razón como instrumento para comprender la realidad.
Desde mi filosofía, el pensamiento, el sentimiento y el instinto están entrelazadas, sin dudas nuestras pulsiones
tienden a la razón.
4. Legitimidad de las matemáticas: la ciencia actual considera que la matemática es un instrumento adecuado para expresar con precisión el comportamiento de las cosas. Para Nietzsche, sin embargo, esta forma de entender el mundo es aún más errónea que otras formas de cientificidad. Las matemáticas puras no describen nada real, son invenciones humanas; en el mundo no existen líneas rectas, ni triángulos, ni ninguna de las perfectas figuras a las que se refiere la geometría. En el mundo no existen números, ni siquiera propiamente unidades. Cuando decimos que algo es una cosa (una mesa, un árbol, ...), lo que hacemos es simplificar la realidad que se nos ofrece a los sentidos, someterla a un concepto, esconder su pluralidad y variación constante. Las matemáticas prescinden de la dimensión cualitativa del mundo, de su riqueza y pluralidad. Podemos entender la valoración que Nietzsche hace de la matemática comparándola con la platónica: para Platón el matemático descubre entidades reales y objetivas que están más allá del mundo físico, en el Mundo Absoluto de las Ideas; Nietzsche considera, sin embargo, que no existen tales entidades, ni realizándose en el mundo físico ni, mucho menos, en un mundo independiente y eterno: para Platón, Pitágoras descubre el teorema que lleva su nombre, para Nietzsche, lo inventa.
La matemática es un conocimiento, pero no el único, el conocimiento cualitativo que Nietzsche muestra aquí, es también una forma de matemática, pues sin duda, ¿cómo sabemos que una mesa "varía"?
En cuanto al origen de la ciencia, Nietzsche señala dos motivos:
•su utilidad: la ciencia nos permite un mayor control de la realidad, la previsión y dominio del mundo natural; pero, recuerda frecuentemente, la eficacia no es necesariamente un signo de verdad;
•es consecuencia de un sentimiento decadente: la ciencia sirve también para ocultar un aspecto de la naturaleza que sólo los espíritus fuertes consiguen aceptar: el caos originario del mundo, la dimensión dionisíaca de la existencia. La ciencia nos instala cómodamente en un mundo previsible, ordenado, racional.
Siempre me gustó Nietzsche.
Otro de la serie de la cruzada anticientífica, es curioso ver tanto interés por librar batallas en una guerra perdida.
No lo entiendes Sajuuk... Nietzsche no está en contra de la ciencia; sino de la
verdad y por ende ataca la
pretensión de verdad de la ciencia, no la propia ciencia.
Con el avance de la ciencia ésta cada vez puede aplicarse a más dominios y mejorar sus resultados y utilidad, ¿no es genial? Supongo que para algunos no, parece apreciarse cierto resentimiento.
Pero el grado de dominio no es signo de verdad, sólo de control. Nietzsche no está en contra de la ciencia, al contrario, pues ésta cumple las funciones útiles, sólo útiles. Y es un error tomar utilidad por verdad, el ataque de Nietzsche no es contra la ciencia, sino contra la pretensión de que existe un orden inteligente en el mundo (Dios y sus leyes) y contra la pretensión de que la ciencia posee una
verdad.
Suerte.